L Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que se ha personado como acusación particular en el juicio oral contra los cinco inculpados en la trama de dopaje denominada operación Puerto, que comenzó ayer en Madrid, solicitó a la jueza Julia Patricia Santamaría en las deliberaciones previas las 200 bolsas de sangre que estaban en poder de Eufemiano Fuentes, cuando fue detenido por la Guardia Civil, el 23 de mayo del 2006, y que hasta ahora la justicia española se ha negado a entregar. La jueza responderá hoy si accede o no a la petición de la AMA. La Agencia Mundial pretende analizar las muestras, que se encuentran depositadas en el laboratorio antidopaje de Barcelona, para tratar de identificar no solo a los ciclistas que se sospecha estaban en la operación Puerto, sino para esclarecer si, además de corredores, había deportistas de otras especialidades, tal como sospecha la AMA. Esta tarea de identificación será muy complicada, a no ser que a partir de ahora se cotejen estas muestras con las que se obtengan en futuros controles antidopaje que se realicen en diferentes deportes. Otra posibilidad es que ya la AMA disponga de una lista de sospechosos y quiera verificar si habían formado parte de la operación Puerto. Se trata, sin duda, de la más importante trama de dopaje desarticulada, o al menos la que puso en evidencia que la sangre, más que la EPO, otras hormonas o anabolizantes, era la base principal en el dopaje de deportistas, principalmente ciclistas, los únicos, con alguna pequeña excepción, que fueron plenamente identificados por la Guardia Civil en el 2006.

Ayer, seis años y medio después de que el instituto armado detuviera a Eufemiano Fuentes en Madrid, el ginecólogo canario se sentó en el banquillo de los acusados, acompañado de los otros cuatro inculpados en la operación Puerto, Manolo Saiz, Yolanda Fuentes (médico y hermana de Eufemiano), Vicente Belda y su ayudante José Ignacio Labarta. Faltó a la cita con la justicia, el número dos del clan, José Luis Merino Batres, conocido como Obélix, el hematólogo madrileño, ya jubilado, y que se ha librado de testificar al estar enfermo de alzheimer.

TREMENDA LENTITUD Y en el primer día de la vista oral quedó en evidencia que la justicia española no destaca por su rapidez. Las deliberaciones previas, que debían ser sencillamente un trámite, se alargaron por espacio de tres horas y media, y como por la tarde no se trabaja, la declaración de Fuentes, la más esperada junto a la de Saiz, se aplazó para hoy. El médico canario, considerado junto al preparador italiano Michele Ferrari, como el principal gurú del dopaje, un maestro en las prácticas oscuras para mejorar el rendimiento de los deportistas, deberá explicar hoy ante la jueza por qué tenía en su poder 200 bolsas de sangre, a quién pertenecían, por qué almacenaba también en su consulta madrileña un verdadero arsenal de hormonas, entre ellas la del crecimiento y EPO, anabolizantes como testosterona y varias dosis más de productos prohibidos en la lista del Código Mundial Antidopaje. Deberá contestar no solo las preguntas del fiscal, sino las que le formulen su abogado y los del resto de inculpados, así como las de la abogada del Estado, que representa al CSD.