No era normal tanto ajetreo por la calle Julián Camarillo de Madrid, una zona alejada del centro de la ciudad. Allí se encuentran los Juzgados de lo Penal en la capital de España y allí, también, se habían reunido los 164 informadores acreditados para cubrir el juicio de la operación Puerto, aunque destacaban las unidades móviles y las cámaras de televisión. Casi la mitad había llegado del extranjero, hasta de Australia, sobre todo de Alemania, pero tampoco faltaban los de cadenas o programas que normalmente no se interesan mucho por el ciclismo. De hecho, y aunque suene extraño, había más presencia mediática en la vista oral que en muchas etapas de la Vuelta Ciclista a España.

La gente, en la calle, preguntaba si era el juicio por el drama del Madrid Arena. Antes, en el interior de la sala, la jueza, al finalizar las deliberaciones previas, permitió la entrada de los informadores. Puso en pie a los cinco inculpados y entonces, por grupos, entraron los fotógrafos. Solo se escuchaba el sonido de las cámaras. Saiz era el más tenso, el más incómodo con la situación. "Señoría, parece una exhibición circense", protestó el abogado del exdirector del ONCE y el Liberty Seguros. Saiz se fue muy enfadado, como cuando uno de los suyos perdía una etapa de forma inesperada.

En la calle lo esperaba la ola de cámaras, como más tarde a Eufemiano, como si Isabel Pantoja saliera de uno de sus juicios. Y no ha hecho más que empezar.