Night Room TV cumple diez años en constante evolución

Todo empezó el 4 de febrero de hace diez años en la icónica sala Soul de la calle Alfonso XIII, hoy desaparecida, cuando el joven cordobés Manu Bermejo al frente de un novedoso proyecto comenzaba una aventura musical llamada Night Room TV, una plataforma de streaming que nació con la premisa de combinar la riqueza patrimonial de la ciudad con las nuevas tecnologías y canales de difusión audiovisual y la pretensión de realizar un programa de sesiones de música electrónica o alternativa grabadas y emitidas en directo por distintos medios. 

Inconformista investigador, el propósito de este creador cultural ha sido transformar la escena cultural de la ciudad, desafiando los convencionalismos y abriendo nuevos horizontes para la expresión artística como vehículos para el entendimiento mutuo y la unidad. «Sacar la música electrónica a la calle y llevarla a espacios emblemáticos y llamativos de la ciudad era un objetivo ambicioso que hemos conseguido realizar con éxito», señala Bermejo, que rememora sesiones «a vista de pájaro» realizadas en los últimos años con drones en la Torre de la Calahorra, el Castillo de Almodóvar, el Alcázar de los Reyes Cristianos, Caballerizas Reales, el centro de recepción de visitantes de Medina Azahara o el más reciente, el llevado a cabo en el Rectorado de la Universidad de Córdoba dentro de la pasada edición de Eutopía, en la que reunió a 2.400 asistentes que disfrutaron de una gran infraestructura y del trabajo de relevantes artistas nacionales e internacionales.   

Entre lo tradicional y lo contemporáneo

Pero llegar hasta ahí «ha costado mucho trabajo y esfuerzo», señala Bermejo, un explorador en el laberinto cultural de Córdoba que ha investigado no solo las formas de arte tradicionales, sino que se sumerge en las corrientes emergentes, fusionando lo antiguo con lo contemporáneo. Su búsqueda incansable de la autenticidad y la originalidad lo ha llevado a descubrir nuevas perspectivas dentro del panorama artístico con este proyecto, con el que ha ofrecido, por ejemplo, disfrutar del flamenco desde lo más alto castillo de Belmez al ocaso del sol o de ver bailar caballos de pura raza española al ritmo de música electrónica.

De esta forma, la ciudad de Córdoba y algunas localidades de la provincia se convierten en el lienzo donde este creador pinta sus intervenciones artísticas, que «no solo decoran nuestro gran legado patrimonial, sino que también sirven como catalizadores para el cambio social y cultural», señala Bermejo, que a través de «la sorpresa y la maravilla» busca despertar una nueva apreciación por el arte y su capacidad para transformar la vida cotidiana.

«Durante este año vamos a hacer una serie de documentales por algunos pueblos de la provincia», dice Manu Bermejo

En la provincia

Su compromiso con la transformación se expandirá este 2024 a la provincia, donde quiere bucear ahora en busca de arte y talento. «Vamos a hacer una serie de documentales por algunos pueblos de la provincia como Cabra o Pozoblanco, en los que se muestren las inquietudes de la juventud, el arte, la música o incluso el emprendimiento» continúa Bermejo, cuyo objetivo es «conectar todo ese arte» y «dar visibilidad al talento con el que cuenta la provincia en cualquier manifestación artística» siguiendo la línea de Nigth Room TV, que es «impulsar la cultura, tanto desde los artistas emergentes a los ya consolidados, siempre en escenarios emblemáticos de cada localidad».

Otra de las propuestas en las que piensa Bermejo para este año es volver a realizar una sesión en la Torre de la Calahorra, «uno de los eventos más bonitos que hemos hecho por su espectacular visión de la puerta de la ciudad y en el que miles de espectadores quedaron muy gratamente sorprendidos tanto a nivel on line como presencial». Entre los proyectos del 2024 figura llevar una de las sesiones de Night Room TV al Teatro de la Axerquía, explica Bermejo, que también se ha fijado el reto de dar el salto a nivel nacional. Todo se andará.

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