Al margen
Mi amigo Martín
Se le recordará como el empresario que regaló a la ciudad de Córdoba una nueva vida para sus cines de verano
Los amigos están en las duras y las maduras. Y Martín Cañuelo siempre estaba ahí. Cuando lo necesitabas siempre respondía. Ya fuese mientras rodábamos facilitando sillas de su amado cine Santa Rosa de verano, o mucho más tarde, a la hora de cobijar todos mis archivos y materiales. Abnegado amigo, desinteresado, generoso y mucho más sabio de lo que parecía. Porque, aunque se le recuerde como el empresario que regaló a la ciudad de Córdoba una nueva vida para sus cines de verano (la aventura cultural más importante que se ha llevado a cabo en Córdoba en muchos años), hay un pasado en este gran hombre de cine que cimentó lo que luego fue.
Cuántas veces disfrutamos, gracias a su empeño, del cine-club en la Escuela Normal de Magisterio allá por los años ochenta, la época de sus estudios universitarios, ofreciendo estrenos que convocaban a todos los amantes del buen arte cinematográfico; lo recuerdo orgulloso de la premier en Prénom Carmen de Godard, o cuando Empezar desde tres, comedia italiana de un entonces desconocido Massimo Troisi... y tantos filmes de autor que degustamos en su compañía y bajo su dirección y programación. Luego se arriesgó en la gestión del Cine Santa Rosa y hasta su cierre (que sufrió con dolor) optó por títulos de autores que nadie se atrevía a proyectar: Oliveira, Buñuel, Érice, Kiarostami...
Entonces vino la recuperación y digitalización de esos locales al aire libre que han sido los oasis cinematográficos de esta ciudad. Su sentido de la responsabilidad y de servicio público era tal que estaba pendiente hasta del último detalle. Y amplió la oferta programando cine silente musicado, conciertos y espectáculos culturales de todo tipo.
Tan importante era la película como esa larga conversación que manteníamos siempre, donde la cultura se mezclaba con mutuas confesiones, mientras esperaba a su inseparable Mari Carmen (su gran complemento vital). Queda su recuerdo, el de un hombre bueno en el mejor sentido de la palabra, y el gran archivo que fue creando con mimo y amor.
Por eso y tantas otras cosas, muchas gracias.
Suscríbete para seguir leyendo
- Descubierta en unas obras la primera bóveda del siglo XX rellena con alfarería en Córdoba
- Los cines de verano, un caramelo envenenado
- El violinista cordobés Paco Montalvo pone en pie al Teatro Real en un debut histórico
- Almuzara: 20 años llevando la lectura a todos los rincones
- Pedro Guerra y Javier Álvarez, dos trovadores atemporales en el Teatro Góngora
- Un empresario cordobés se ofrece a gestionar los cines de verano de Martín Cañuelo
- Rayden en Córdoba: "Cada persona tiene derecho a abrazar su mentira favorita
- El C3A inaugura 'Ecologías de la paz' sin certezas sobre si se mantendrá el vínculo con la fundación TBA21