La figura de Manolete, el torero más grande que ha dado Córdoba, siempre ha despertado interés más allá de su ciudad natal, pero ahora son dos de sus hermanas las que se convierten en protagonistas de una obra de teatro con la que el espectador se adentrará no solo en estas dos desconocidas figuras, sino en la forma de vivir de las mujeres en el franquismo. Las hermanas de Manolete, dirigida por Gabriel Olivares sobre un texto de la actriz y dramaturga Alicia Montesquiu, se estrena el miércoles próximo en el teatro Fernán Gómez de Madrid, donde ya se han hecho con éxito dos funciones previas, y servirá para conocer un poco más la figura del torero cordobés, su época, las mujeres que le rodearon y el papel de estas en la sociedad conservadora y machista del momento.

Según señala Olivares, director entre otras, de obras teatrales como Más apellidos vascos, Windermere Club y Our Town, esta función surge a partir del «impacto» que supuso para Montesquiu leer en prensa que, al parecer, una tarde las hermanas del torero fueron a verle a la plaza de Córdoba y el público se volvió contra ellas, las abucheó e insultó llamándolas prostitutas, marchándose finalmente del coso humilladas y vilipendiadas.

«Me enamoró lo que contaba el texto, era la ocasión de dar voz a unas mujeres invisibilizadas por la historia, hasta el punto que la obra se podría haber llamado Las mujeres de Manolete o Las mujeres del franquismo», asegura el director, que considera «tremenda» la historia de las hermanas mayores del diestro. «Se entregaron en cuerpo y alma, se encerraron en vida, para que el hermano llegara a ser una figura del toreo», pero, aún consiguiéndolo, «no fueron muy bien tratadas ni por la sociedad cordobesa ni por el diestro», ya que Manolete, siendo testigo de los insultos a sus hermanas en esa tarde de toros, no salió en su defensa, continúa relatando Olivares, que destaca la pasión que sentían madre y hermanas hacia el torero. 

Las tres actrices, durante una escena de 'Las hermanas de Manolete'. CÓRDOBA

Sanar heridas

«Aunque tengamos la tentación de culpar a la madre del torero, Angustias, una especie de Bernarda Alba, no debemos hacerlo, ya que ella también fue víctima de un contexto y circunstancias», prosigue el director, que espera que esta función «sirva para sanar esas heridas, visibilizar a estas mujeres y entender cómo el contexto de una época puede ser devastador para los seres humanos que la sufren, en este caso las mujeres».

El argumento, muy sencillo a juicio de Olivares, arranca días después de la muerte de Manolete en el hotel donde se aloja Lupe Sino, la mujer a la que en ese momento amaba el torero y rechazaba su familia, cuando acude a Córdoba a su entierro, al que finalmente no le permitieron asistir. «No la dejaron verlo antes de su muerte porque temían que se casaran in articulo mortis, lo que supondría la pérdida de la herencia», relata Olivares, que subraya que la historia, «una ficción basada en hechos reales», transcurre en ese hotel durante esos días y donde se produce la visita a Lupe (interpretada por Ana Turpin) de las dos hermanas protagonistas de la obra (Alicia Montesquiu y Alicia Cabrera). «Ambas representan a una España conservadora, son la voz de su madre y no han tenido libertad para tener ideas propias, por lo que se deslumbran ante lo que representa Lupe Sino», prosigue Olivares, que subraya que «es una historia muy especial».

Ana Turpin se pone en la piel de Lupe Sino. Diario CÓRDOBA

Teatro documental

Esta función, «muy cercana al teatro documental», ha tenido distintas etapas de ensayo a lo largo de más de un año, llegando a ser una obra «en la que toda la acción ocurre como si fuera un rodaje cinematográfico», lo que hace que tenga una perspectiva «muy interesante que la aleja de un drama costumbrista y consigue que el publico contextualice la historia». 

Por otro lado, según continúa el director, la función está llena de sorpresas y giros, asegurando que los diálogos están cargados de poesía que llegarán a un abanico amplio de público. «Ninguna frase tiene desperdicio», prosigue Olivares, que describe la escenografía como «muy realista y cinematográfica, pero escueta», donde las actrices hacen un gran esfuerzo ya que «ellas mismas mueven el espacio». La obra saldrá de gira a partir de mayo y, aunque aún no se sabe si pasará por Córdoba, «me encantaría que desde Madrid pasara a la ciudad de Manolete», concluye Olivares.