Mi intención era acudir a Sant Jordi, la fiesta del Libro por antonomasia en la Ciudad Condal. Un año que se me antoja pródigo en novedades y bellezas literarias. Un año en el que por fin se ha reconocido la figura de Cristina Peri Rossi, flamante Premio Cervantes 2022, de quien no para de reeditarse su obra. La última de ellas, Desastres íntimos, o una nueva incursión en la literatura erótica. Días de libros y rosas, sugiero cuando ya asoma la próxima fiesta del libro de Madrid. Siempre he sido un asiduo de la Feria del Retiro, y lo seguiré siendo, pero este año mi intención era conocer y disfrutar Sant Jordi, la fiesta del Libro y de la Rosa. Imaginaba unas Ramblas repletas de ávidos lectores. Imaginaba verme hojeando ejemplares como un comprador más, junto a un Javier Cercas con su reciente novedad El castillo de Barbazul bajo su brazo. O eso me parecería a mí. Cercas es un tipo sencillo. Al igual que Luis Landero, quien a buen seguro firmaría su ultimo éxito, Una historia ridícula.

Y es que la vida y la obra de algunos escritores, a menudo, se parece a sus obras. Que se lo pregunten a Luis. Que se lo pregunten al maestro. Días de libros y rosas, me decía. A quien no podríamos ver este año, ni aquí en Las Ramblas, ni en el Retiro, sería por desgracia para sus lectores a Almudena Grandes. Una escritora que ya no nos entregará nuevos títulos, nuevos relatos, nuevas historias con las que sorprendernos. Estoy convencido que al igual que otros grandes de la literatura, Almudena habrá dejado en algún cajón algunas pinceladas de su obra sin publicar. Y aprovecharía mi paseo matinal para hacerme con un buen puñado de ejemplares, algunos firmados, otros no, por sus respectivos autores. Entre ellos, el de una escritora fascinante. Ariana Harwicz, de quien se acaba de reeditar su Trilogía de la pasión, o el de Luisa Etxenique, que este año entrega Cruzar el agua.

En realidad, esta última escritora no supone un descubrimiento, sino más bien una confirmación y una gran alegría por la obra de quien descubrí hace muchos años. Autora de Aves del paraíso, Etxenique presenta con gran agudeza a unos personajes que se enfrentan al desarraigo de un pasado tan crudo como enigmático, para darse la oportunidad de una nueva vida. Continuaría mi paseo por Las Ramblas entre empujones observando las colas de los autores que firman ejemplares. Care Santos, Marta Sanz, Vargas Llosa, Luis Mateo Diez, o Isaac Rosa e Inés Martin Rodrigo, flamantes premiados que como siempre rivalizarán por ser el más leído. Finalmente, me detendría en unos grandes almacenes para terminar mi particular periplo por Sant Jordi, quizás en una librería donde un «cuentacuentos particular», «sin nada de princesas salvadas por príncipes, sin más perpetuación de roles de género y estereotipos dichosos que tanto daño hacen y tanto aborrecemos» me enseñaría la otra cara de la fiesta del Libro y la Rosa a la que prometo acudir, por fin, el próximo año. Así es como me imagino mi regreso a Sant Jordi. El día del libro y la rosa.