Lo que observamos en nuestro derredor no parece muy halagüeño que digamos, más bien pareciera que estamos ante un abismo de cara al futuro. Lo que está sobre la mesa entre alarmante y acuciante es la relación entre el cambio climático y las democracias en peligro. Esta idea y otras muchas es lo que nos viene a exponer Philipp Blom que en su reciente ensayo Lo que está en juego (Anagrama Argumentos, 2021), donde analiza de manera valiente y contundente estas perspectivas sombrías si no somos capaces de ponerle remedio, expresada de una manera brillante que merece ser considerada.

Estas verdades tristes no dejan de escudriñar una situación real que no deja de ser social. Trata de hacernos ver cómo diversas sociedades europeas reaccionaron ante lo que llama la Pequeña Edad del Hielo (1570-1700), que narró espléndidamente en una obra anterior: El motín de la Naturaleza.

Un ejemplo: los Países Bajos y la ocupación española. Si bien este pequeño país de la costa septentrional de Europa aprovechó la Pequeña Edad del Hielo para reordenar su economía, su política y su sociedad contra la voluntad de los ocupantes, por el contrario la intangible y rica España no vio motivos para cambiar, y el mayor imperio de la época nada pudo contra el clima. La rigidez de su actitud hizo que se desmoronase. Blom es un historiador alemán (Hamburgo,1970) formado en Oxford y en Viena, que colabora asiduamente en revistas especializadas en Europa y Estados Unidos. Es autor de una poderosa obra, la celebrada Gente peligrosa, que trata del radicalismo olvidado de la Ilustración inacabada.

En su obra más reciente defiende una tesis original: considera que no todas las sociedades pudieron o supieron adaptarse por igual al cambio climático, como fue el caso de los estados del norte y del sur de Europa. Para Blom, hoy las sociedades de consumo están generando una desigualdad creciente, donde las clases medias están, a su juicio, en trance de desaparecer, donde la inteligencia artificial y la robótica hacen prescindibles muchos empleos tradicionales, lo que pone en jaque las democracias occidentales instituidas.

Dado lo cual, en el ámbito político pareciera que van ganando posiciones los populismos de derechas, partidarios de un capitalismo sin límites que únicamente persiguen defender, a capa y espada, rancios privilegios de clase. Por lo cual, si la democracia queda arrinconada, y emergen los populismos, no sólo de derechas sino también en la izquierda, lo que está en juego es el mundo surgido de Las Luces y de las revoluciones norteamericana y francesa: la libertad, lo primero, para el republicanismo cívico, en paralelo la idea de igualdad, la justicia y, finalmente, la paz. Lo que está en peligro aquí y ahora es la esencia misma de la idea de democracia. Blom mantiene en todo momento un principio de esperanza, por el que nos alerta de que aún estamos a tiempo de no sucumbir ante el abismo. Los males climáticos y políticos pueden revertirse si nos lo proponemos en serio. Para lo cual, como alternativa al pesimismo, deberíamos dotarnos de instrumentos para poder reaccionar y hacer virar el rumbo antes de que colisionemos como un Titanic planetario. Mandela sostenía que si queremos dar forma a nuestro futuro, debemos superarnos a nosotros mismos. No podemos permitirnos el lujo de ser agoreros. Este es un libro admirable, que nos invita a reflexionar en profundidad sobre el porvenir. Una reflexión sobre el futuro, tan necesaria por urgente y vital.

Para Blom, el sistema capitalista se ha vuelto suicida, porque en lugar de enfrentarse a la emergencia climática se resiste a los cambios e intenta exprimir las últimas pizcas de beneficios de este periclitado sistema económico y social que ha emprendido una guerra contra las generaciones por venir. Los expertos en cambio climático advierten de los peligros de la pérdida de biodiversidad y del calentamiento global que han golpeado a los Estados ricos y pobres.

Un ejemplo, las poblaciones europeas de insectos han disminuido de manera drástica debido a los pesticidas, a la agricultura intensiva y a los nuevos usos de la tierra, por lo que quedaría poco sustento para las aves. Inundaciones sin precedentes en el norte de Europa e incendios apocalípticos en el sur del continente. Estos no son más que los síntomas de transformaciones que van a destruir todavía más nuestro clima y el mundo viviente como consecuencia directa del uso intensivo de combustibles fósiles desde hace décadas y de la obsesión por el crecimiento económico y del consumo. Para huir de un presente sin esperanza, es necesaria una energía utópica que sólo puede darnos, a juicio de Blom, un nuevo Pacto Verde. El esfuerzo tendrá que ser enorme para no traspasar el punto de no retorno. Restaurar los espacios naturales, construir ciudades verdes con edificios con bosques verticales en los que sea deseable vivir. Una guerra contra el futuro o por él.

'Lo que está en juego'

Autor: Philipp Blom.

Editorial: Anagrama. Barcelona, 2021.