Tiempo de ocio, de reencuentro placentero con la lectura. Aquí desplegamos toda una serie de títulos y contenidos heterogéneos, pero con un mismo fin: el intrépido viaje hacia la imaginación y la fantasía. Es tiempo entonces de descubrimientos, de ver qué pueden ofrecernos las distintas páginas, las historias, otra forma refrescante de conocer y conectar, bajo el sol del verano.

El club de las Cuatro Emes, de Juan Ramón Santos, Premio Edebé de literatura infantil. El club de las cuatro emes tiene una investigación en marcha, pero surge algo que hará cambiar la situación. Una historia bien contada, que pone valores como la amistad y la solidaridad en el tapete.

El cofre de nadie, de Chiki Fabregat, Premio Gran Angular, en SM. Nadie es la protagonista, y su burbuja se verá alterada por la irrupción de personas y situaciones inesperadas, alterando su modo normal de vida. El cofre jugará su papel en esta historia, en la que aflora la relación con su padre, su mejor amigo, su mundo, su pasado.

El maravilloso país de los Snergs, de Verónica Cossanteli, en La Galera. La obra que inspiró a Tolkien para escribir El hobbit. Leyendo este libro se entiende porque Tolkien sentía predilección por este disfrute de historia. Un mundo de fantasía se proyecta con fuerza en unos personajes y una situación que nos mantiene en vilo.

Albert Zimmer, de Beatriz Osés, en Edebé Editorial. Para los jóvenes de +14 años, esta aventura con sucesos paranormales incluidos, y con un protagonista que guarda sus secretos, nos encaminan hacia una investigación sobre dos adolescentes asesinadas. Argumento atractivo e interés creciente, seduciéndonos hacia la lectura.

Un bosque en el aire, de Beatriz Osés, Premio Barco de Vapor en SM. Esta autora viene mostrando su buen quehacer y esta obra afianza esa trayectoria. Solo por el tema o contenido de dicha obra, merece la pena adentrarse en estas páginas. Y si además están tan bien escritas, con más razón.

Literatura infantil y juvenil. CÓRDOBA

Rolando del cementerio: dos fantasmas que salvar, de Fabio Genovesi, en Edebé Editorial. Libro que engancha desde el inicio, que contagia esa pasión, y nos sumerge en una historia con algunos elementos de los cuentos clásicos pero adaptados a este tiempo. Un estilo diferente, arriesgado, que establece una complicidad inmediata con el lector.

La terrible Adéle: esto va a acabar mal, de Mr. Tan y Miss Prickly, en Kómikids. Un número sorpresivo, en forma de cómic, para inaugurar esta aventura editorial, con una protagonista muy directa, franca, y que encontrará más de una sonrisa cómplice entre los lectores de nuestro idioma.

Cajita de fósforos, antología de poemas sin rima, selección de Adolfo Córdova en Ekaré Ediciones. Cuidando las ilustraciones y la selección de esos otros poemas menos visibles pero igual de efectivos que los que riman, el lenguaje ofrece muchas posibilidades, y la poesía es el mejor escaparate.

Soy feroz, de Anya Damirón y Pablo Pino, en Algar Editorial. Un alegato a creer en los sueños en la piel de un pequeño lobo, Milo, y sobre todo a ir creando su propio camino, esa experiencia que nos marcará como únicos, con la ayuda de los seres más cercanos. Amistad y capacidad de superación son valores que brillan en esta historia.

La terrible Adéle: el infierno son los otros, de Mr. Tan y Miss Prickly en Kómikids. Con un humor algo negro, y con algo de ternura, retando siempre lo establecido, la segunda entrega de Adéle nos trae nuevas andanzas de esta chica en formato de cómic, algo que atraerá a los lectores.

¿Adónde van los ángeles de nieve? De Maggie O’Farrell en La Galera. Un relato estremecedor y tierno a la vez, no exento de gran imaginación y proyección de ciertos valores. Sylvie nos conduce hacia su historia y será imposible despegarse de su tono y sus confidencias. ¡Qué animales! De Nicholas Allan, en Ekaré Ediciones. Preciosa historia sobre la diversidad. Tomás busca a alguien igual a él, pero tendrá que aprender a convivir con todos sus compañeros, y el que espera encontrar con sus mismos gustos, será toda una sorpresa.

El síndrome de Bergerac, de Pablo Gutiérrez, Premio Edebé de Literatura Juvenil. Estamos ante uno de esos narradores que marcan. Esta novela nos sumerge en unos personajes y una situación, que intentan llevar adelante una obra teatral, y cuya tensión e intensidad encontrará cómplices. ¿Qué te ha pasado? De Josep Gregori y Seta Gimeno en Algar Editorial. Un tema tan candente como el acoso escolar es tratado con humor, sin traumas, pero sin obviar la realidad que supone para el protagonista, y en nuestra sociedad.

Agente X.99. Cuentos y versos del espacio, de Gianni Rodari, en Kalandraka Editora. Al padre de la literatura infantil y juvenil se le mira cada entrega con aprecio y admiración, no solo por los mundos que proyecta, sino también por el lenguaje y la forma de implicar al lector. La aventura del agente X.99 es adictiva desde el primer instante, y no menos los poemas que se incluyen en este volumen.

La mejor jugada de Madani, de Fran Pintadera y Raquel Catalina, en Ekaré Ediciones. Otra historia de valores, del amor de un hijo hacia el esfuerzo continuo de la madre. Madani es un gran futbolista en el barrio, pero antes que el deporte hay otras cosas, y Pintadera pone cada cosa en el lugar que le corresponde.

Álbum de familia, de Alejandro Pedregosa, Premio de Poesía Ciudad de Orihuela 2020, en Kalandraka Editora. Un soplo de aire fresco el que nos trae este autor. La familia universal se ve retratada por la mirada del que observa: estampas con sus realidades diarias y sus sueños, con anhelos que por las noches adquieren una luz distinta.

Gracias. Historia de un vecindario, de Rocío Bonilla, en Algar Editorial. Sobre el aislamiento en el que vive nuestra sociedad, trata este nuevo álbum. Simpática y divertida, la narración no esconde el problema de fondo, y cómo de una manera casual se rompe esa dinámica negativa y la convivencia se vuelve más llevadera.