Nunca es demasiado tarde para reconocer la obra de un escritor con estilo, sobre todo cuando el tiempo inexorable ha ido dejando pasar la posibilidad de una acción necesaria. Considerado por los críticos como un maestro en el género del cuento y haber obtenido premios tan relevantes como el Nacional de la Crítica, la obra singular de Fraile no ha alcanzado entre el público la dimensión merecida, lo que no significa que no sea digna de la máxima consideración. No es fácil escribir cuentos. Hasta Borges pensaba que estaba por encima de sus habilidades. El género exige la concreción conceptual y un lenguaje específico, capaz de transmitir, como la poesía, un pensamiento formulado sobre el principio de la brevedad. Medardo conseguía la atmósfera perfecta y poseía una inimitable forma de transmitirla. El estilo es el hombre y, como afirmaba Sartre, solo el estilo determina el valor de la prosa.