CAMPAÑA DE NAVIDAD

El Belén de Chocolate de Rute invita a dar una vuelta al mundo

La creación de Galleros Artesanos se centra este año en un recorrido por distintos países para el que usa 1.600 kilos de dulce

Primeros visitantes al Belén de Chocolate.

Primeros visitantes al Belén de Chocolate. / MANUEL PADILLA

Las nuevas propuestas y los contenidos de los museos locales relacionados con la campaña navideña y sus productos típicos se renueva cada temporada en Rute. Uno de los grandes atractivos es el Belén de Chocolate de Galleros Artesanos, que seis maestros chocolateros se encargan de realizar completamente nuevo cada año. Entre sus características está que es el mayor belén del mundo, recibiendo miles de visitantes desde que este obrador de pastelería comenzara a realizarlo por primera vez en el año 2000. 

«Coincidiendo con la semana del puente, ya lo tenemos abierto al público tras 23 años haciendo el belén y cada año con una temática diferente», explica Jorge Garrido, maestro chocolatero, que, con su equipo, comienza a planificarlo antes del verano. Su construcción les lleva cuatro meses y para ello emplea 1.600 kilos de chocolate negro y blanco, además de fondant para las figuritas. «Este año hemos querido dar una vuelta al mundo, así que lo hemos dividido en diferentes partes, una dedicada a Europa con el Big Ben de Londres o el Arco del Triunfo de París; otra parte dedicada a Asia, con un gran jardín japonés con los cerezos en flor y un templo o pagoda; también al Himalaya, con su aldea nepalí; y a Oriente Medio con Santa Sofía, de Estambul», detalla Jorge Garrido. La construcción en chocolate ocupa más de 50 metros cuadrados.

Jorge Garrido, maestro chocolatero, en el Belén de Chocolate.

Jorge Garrido, maestro chocolatero, en el Belén de Chocolate. / MANUEL PADILLA

Otros espacios que inician campaña son el Museo del Turrón, de Productos Garrido; el Museo del Azúcar, de la Flor de Rute; y, en la parte alta de Rute, en el entorno del paseo del Fresno, se pueden visitar el Museo del Anís, de Destilerías Duende; el Museo del Jamón, de Jamones Rute, así como las destilerías Altamirano, Raza y Machaquito, esta última, con un circuito por sus instalaciones catalogado como de interés industrial.