Debate

Discrepancias entre hosteleros y comerciantes por la tasa turística

Comercio Córdoba cree que una ciudad no es «menos competitiva» por tener este impuesto

Hostecor cree que la medida afectaría a las pernoctaciones en un destino «de paso»

Una vivienda turística de Córdoba.

Una vivienda turística de Córdoba. / CHENCHO MARTÍNEZ

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

Las principales patronales del sector hostelero y del comercio de Córdoba discrepan en su percepción en cuanto a la tasa turística. Hostecor se muestra en contra de la medida , mientras que Comercio Córdoba considera que es una iniciativa adecuada.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, como presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), dijo a principios de esta semana que no descarta aplicar este impuesto turístico y que aunque en Córdoba lo ve a «medio plazo» en otras ciudades andaluzas es necesaria. Muchos implicados en el sector turístico han reaccionado ya a estas declaraciones mostrando su posicionamiento.

El presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, ha señalado a Diario CÓRDOBA que desde la patronal de los comerciantes están «a favor» de que se implante la tasa turística en Córdoba. Desde Comercio Córdoba no creen este hecho vaya a hacer la ciudad «menos competitiva que otras que no la tengan» y que «hay otros factores muchísimo más importantes que si son los que determinan el atractivo de un destino turístico y que están relacionados con la oferta de infraestructuras y servicios, la valoración de otros turistas o los atractivos culturales, naturales, patrimoniales o gastronómicos con los que cuenta el destino».

En este sentido, tampoco creen «que nadie elija su destino turístico en función de que la ciudad tenga tasa o no tenga», ha precisado Bados.

El puesto debería repercutir en los servicios

No obstante, el máximo responsable de Comercio Córdoba considera que la iniciativa debería tener un «carácter finalista» y que el dinero recaudado con el impuesto de los visitantes se debería emplear para mejorar el mantenimiento de las infraestructuras, servicios o el patrimonio de la ciudad. Según Bados, «hay servicios públicos -como la seguridad o la limpieza- que se ven muy tensionados a raíz de la afluencia turística» y que se deberían reforzar con el dinero recaudado de la tasa.

Por último, el representante de los comerciantes matiza que «habría que trabajar técnicamente» en cómo llevar a cabo la recaudación, teniendo en cuenta que Córdoba es una ciudad que además de hoteles cuenta con alojamientos de otra índole como apartamentos turísticos. Además, Bados solicita que «para la definición de la tasa que se pongan en marcha foros de diálogo en los que puedan participar todos los sectores implicados en turismo» de Córdoba.

La hostelería, en contra

Por otro lado, desde Hostecor, su presidente, Jesús Guerrero, afirma que «Córdoba tiene una pernoctabilidad muy pequeña y la tasa turística no puede afectar» a ello, reduciéndola aún más. Considera que es una medida que debe aplicarse en otros territorios en los que la media de pernoctaciones sea más alta. En Córdoba, según Guerrero, esta cifra se sitúa en 1,4 noches por visitante. 

El responsable de la patronal hostelera abunda que «hay que trabajarlo mucho y Córdoba no está preparada ahora mismo para ello». A esto añade que Córdoba es un «destino de paso» y que no se puede equiparar a destinos de costa que cuentan con estancias más largas.

Además, Jesús Guerrero considera que con esta medida «estamos dando más pie» a que los turistas elijan alojamientos ilegales. Por ello, apuesta por trabajar en afianzar un «turista bueno que pernocte» ofreciéndole atractivos para que «se quede más tiempo en Córdoba» y cuando eso ocurra, ya se podrá hablar de implantar la tasa turística, según el empresario de la hostelería.

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