Una decena de patios de Córdoba abrirán el Jueves Santo

Una decena de patios cordobeses abrirán sus puertas el próximo 28 de marzo en la cuarta edición de Jueves Santo en los Patios, una iniciativa que pretende "recuperar la antigua tradición de instalar altares en patios" para asociar "dos tradiciones muy típicas de Córdoba", ha apuntado este viernes la teniente de alcalde delegada de Centro Histórico, Lourdes Morales, en la presentación de la actividad.

En concreto, los patios ubicados en las calles San Juan de Palomares 11, Guzmanaz 7, Pastora 2, Mariano Amaya 4, Pozanco 6, Pedro Verdugo 8, Zarco 13, Zarco 15, Samuel de los Santos y Gener 5 y Aceite 8 abrirán desde las 20.00 a la medianoche, siendo un reclamo más para turistas y cordobeses en uno de los días más señalados de la Semana Santa.

Estas 10 instalaciones recibirán también a las saeteras Inma de la Vega, Carmen Abad, Rosario Córdoba y al saetero Eusebio Medina que pasarán a lo largo de la jornada por cada uno de los patios para poner música y pasión a la noche cofrade.

Cartel realizado por Jesús Zurita

El cartel anunciador de la actividad ha sido realizado en esta ocasión por Jesús Zurita, a quien la delegada ha agradecido su trabajo y colaboración. Este cartel se compone con la vista interior de un patio armonizado en los azules de la noche. La obra refleja una joven ataviada con mantilla que ora ante la Virgen de la Salud se vuelve y mira al espectador. En el fondo discurre la procesión de Jesús Caído. 

"La luz es el elemento de gran protagonismo en la escena, pues es la que articula la composición, tres son los puntos más iluminados: la Virgen, el rostro y las manos de la mantilla y la doble arcada del fondo, en alusión a dos formas de veneración de lo sagrado que se dan en Semana Santa: las devociones íntimas y a las manifestaciones públicas de fe" han detallado.

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Según han justificado, "la mariposa que se posa en las manos orantes se relaciona con la devoción, pues se trata de un ser enamorado de la luz". Otros símbolos presentes en la obra, según la descripción de la obra, son las propias flores, "que parten de la Virgen en referencia a la gracia y pureza de María, entre todas se alza un lirio, símbolo de la pasión, así como la cruz del rosario, que representa al Cristo de los Faroles".