Producción bibliográfica

Diario CÓRDOBA presenta el libro del 50 aniversario de Amigos de los Patios Cordobeses: medio siglo ensalzando una forma de vida

El Círculo acoge la presentación con presencia de un gran número de cuidadores, el alma de la fiesta

Medio siglo de Amigos de los Patios Cordobeses

Manuel Murillo

Noelia Santos

Noelia Santos

El Real Círculo de la Amistad acogió este jueves la presentación del libro 50 aniversario. Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, editado por Diario CÓRDOBA para conmemorar el medio siglo de vida de un colectivo que ha sido clave a la hora de engrandecer la que, a día de hoy, es la fiesta más importante de todas cuantas impregnan el calendario de la ciudad. En la presentación de esta publicación, que se distribuye de forma gratuita con cada ejemplar del periódico este mismo viernes, estuvieron presentes, además de numerosos representantes institucionales, un nutrido grupo de cuidadores de patios, que son, al fin y al cabo, el alma de la fiesta.

En el acto, dirigido por Francisco Expósito (coordinador del libro), el director de CÓRDOBA, Rafael Romero, destacó la «inquebrantable alianza» entre el periódico y la Fiesta de los Patios y con la propia asociación. No se olvidó Romero de nombrar a Manolo Garrido, quien fuera presidente de la asociación desde 1977 hasta 2008 y uno de los nombres propios de la fiesta. Garrido, cuya historia se recoge en la publicación, formó parte de ese grupo denominado los Siete Magníficos, como se conoce a los impulsores de la asociación. Y es que, ante la evidente decadencia de la fiesta allá por finales de los años 60 y principios de los 70, se pusieron manos a la obra y construyeron los cimientos de un colectivo que llegó a superar los 800 socios. Garrido, que falleció en 2010, tuvo además una intensa relación con Diario CÓRDOBA y sus trabajadores, algo que el periódico quiso reconocer entregando a su viuda, Encarni Chaparro, una portada conmemorativa del periódico.

Asistentes al acto de presentación del libro en el Círculo de la Amistad.

Asistentes al acto de presentación del libro en el Círculo de la Amistad. / MANUEL MURILLO

En su presentación, Romero también se dirigió a los cuidadores de los recintos, a quienes agradeció «el regalo que con esfuerzo dais a la ciudad», así como a la instituciones que siguen haciendo posible que la fiesta, Patrimonio de la Unesco, continúe siendo la cita «con más proyección internacional de Córdoba».

Pasado, presente y futuro

Intervino también, como no podía ser menos, el presidente de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, Miguel Ángel Roldán, quien tuvo un recuerdo para todos los asociados que han pasado a lo largo de estos 50 años por las filas de la asociación. En sus agradecimientos, donde Roldán incluyó a este periódico y a todas las administraciones, reservó un lugar especial para toda la ciudad de Córdoba. «Son miles los cordobeses que están comprometidos con los Patios que son, a la misma vez, esencia de Córdoba y de su gente. Hay que felicitar a Córdoba porque su espíritu también forma parte de este patrimonio», subrayó Roldán. El presidente de la asociación reivindicó, además, «el presente, el pasado y el futuro» no solo de la fiesta, sino también de un modo de vida.

Cuidar a los cuidadores

Por su parte, el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, deseó que el mismo acto de presentación del libro se repita dentro de otro medio siglo y reconoció el trabajo de CÓRDOBA por «ser parte activa y decidida del desarrollo y progreso de nuestra tierra». En su discurso, Fuentes recordó que los patios no son únicamente un recinto, sino toda una forma de entender y vivir la vida. Fueron valores como estos, recordó el presidente de la institución provincial, por los que la Unesco reconoció a la fiesta como Patrimonio en 2012. En este punto, también rememoró cómo en un primer borrador del dossier que se entregaría al organismo internacional se hablaba sobre todo de arquitectura, pero no de la idiosincrasia que es la clave de todo. «La primera vez que se intentó [el obtener la declaración] no se hablaba ni de tradición ni de cuidadores y todos sabemos que si no fuera por los cuidadores, esos espacios no tendrían sentido». Es por esto por lo que instó a «cuidar a los cuidadores» porque, reconoció, «no hay manera de pagar el trabajo que hacen».

El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes.

El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes. / MANUEL MURILLO

El papel de la administración

El acto lo cerró el alcalde de Córdoba, José María Bellido, tras una pequeña conferencia por parte del director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Juan José Primo Jurado. El alcalde señaló que «es un día para dar las gracias a quienes habéis integrado en este tiempo esta asociación» y valoró que gracias al trabajo de este colectivo «la fiesta ha podido seguir adelante sin renunciar a la seña de identidad que siempre la ha definido». «Si la fiesta es patrimonio», continuó Bellido, «es por el patrimonio humano que representan los cuidadores».

Jose María Bellido, durante su intervención en el acto de la presentación del libro.

Jose María Bellido, durante su intervención en el acto de la presentación del libro. / MANUEL MURILLO

Como sus predecesores en el acto, el regidor también recordó que la asociación fue «parte fundamental» de la candidatura ante la Unesco, añadiendo que sin el trabajo de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses «hubiera sido imposible obtenerla». Lo que tienen que hacer las instituciones, entiende el alcalde, es poner en marcha iniciativas «que consoliden la vida en los patios» para que sean espacios vivos». Los patios, incidió el alcalde, «atrapan al que viene y recogen la esencia de quienes viven en ellos, representando una parte muy importante de nuestra tierra».

Entrega del libro a los asistentes.

Entrega del libro a los asistentes. / MANUEL MURILLO

El libro

El libro 50 aniversario. Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses consta de 128 páginas y para su publicación han colaborado el Ayuntamiento de Córdoba, la Diputación de Córdoba, el Patronato Provincial de Turismo, Sadeco, Emacsa, Vimcorsa, la Universidad de Córdoba (UCO) y Cajasur. Los textos de esta publicación han sido elaborados por el periodista y gran conocedor de la Fiesta de los Patios Juan M. Niza, incluyendo fotografías cedidas por la propia Asociación de Amigos de los Patios e instantáneas de fotoperiodistas, como Francisco González, Antonio Jesús González, Manuel Murillo, Chencho Martínez, Sánchez Moreno, Ricardo o Ladis. La publicación ha sido coordinada por el periodista de Diario CÓRDOBA Francisco Expósito, con diseño del también trabajador de CÓRDOBA Javier López. 

Arquitectura, fiesta y humanidad

El director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Juan José Primo Jurado, pronunció durante el acto una conferencia en la que desgranó los tres componentes básicos de los patios cordobeses: el arquitectónico, el festivo y el humano. Sobre el arquitectónico, Primo Jurado explicó que el patio «subsiste a través del tiempo», recogiendo la historia de la propia ciudad, pero manteniendo una individualidad que se percibe en sus diferencias: «hay cientos de ellos y ninguno se parece a otro». Recordó que estos patios pueden provenir de edificios oficiales, de antiguas casas señoriales, pueden estar escondidos en conventos de clausura o ser casas populares del casco. Este último formato, señaló, es el que más tiene que ver con la fiesta. Primo Jurado manifestó que el patio entendido a día de hoy proviene de la segunda mitad del siglo XIX, de viejos caserones o conventos desamortizados donde se vivía en familia.

En el apartado festivo, explicó que esa fiesta es una tradición vinculada a las casas de vecinos donde se compartía el cuidado del patio y se celebran las penas, como los duelos, y las alegrías, como un bautizo.

Y el tercer componente, quizá el más esencial, es el humano. Primo Jurado así lo reconoció señalando que el componente humano son «las personas que viven el patio y sin las que no tendrían sentido los dos componentes anteriores». Recordó cómo antes los vecinos se repartían tareas, algo que desapareció cuando empezaron a dejar de existir las casas de vecinos. Sin embargo, recordó que siguen siendo los propietarios, los residentes o los inquilinos los que trabajan y habitan ese patio. Personas, añadió Primo Jurado, que «se aglutinan en asociaciones como la de Amigos de los Patios». La labor de este colectivo, incidió, merece un reconocimiento por «el cuidado del espacio físico, pero también por el cuidado de lo festivo más allá de las dos semanas de mayo en que se abren sus puertas».