reportaje

De puente a puente: así salva Córdoba el río Guadalquivir

El puente de Andalucía cumple este mes de febrero una década de vida

En la capital hay siete pasarelas que salvan el cauce y que dibujan la historia de la ciudad

Los puentes de Córdoba

Diario CÓRDOBA

Noelia Santos

Noelia Santos

El próximo 10 de febrero se cumplirán 20 años de la inauguración del puente de Andalucía, esa majestuosa pasarela atirantada de 444 metros de largo que supuso un antes y un después en las conexiones de tráfico de Córdoba. En la ciudad hay seis puentes (siete si se cuenta el de la autovía) que sirven para salvar las distancias que marca el río Guadalquivir. El primero, el Romano, se construyó en el siglo I d. C.; el último, el de Ibn Firnás, fue inaugurado en el año 2011. Desde Casillas hasta el Arcángel, el curso sinuoso del río está salpicado por unas pasarelas que, en mayor o menor medida, guardan una historia digna de recordar.

Puente Romano

El puente Romano es el primero de todos. Fue construido a principios del siglo I d.C., en tiempos de dominación romana. Mide 331 metros y está sustentado por 16 arcos. Es, junto a la Mezquita-Catedral y la Calahorra, una de las estampas más reconocidas de la ciudad. Fue uno de los más importantes medios de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península Ibérica por ser el único punto para cruzar el río sin utilizar ningún tipo de embarcación.

Puente Romano.

Puente Romano. / A. J. GONZÁLEZ

A lo largo de su historia ha experimentado numerosas reconstrucciones. El aspecto que presenta en la actualidad se debe a las obras de conservación de la estructura y remodelación dirigidas por el arquitecto Juan Cuenca Montilla entre 2006 y 2008. En esta remodelación se limpiaron los tajamares, se descubrieron los sillares originales, se sustituyó el adoquinado por un suelo liso de placas de granito a medio pulir, se sustituyeron las farolas decimonónicas por luminarias funcionales y se rehabilitó una hornacina existente dedicada a San Acisclo y Santa Victoria. Además, se recuperó el nivel del extremo norte del puente igualándolo a nivel con la Puerta del Puente y el Paseo de la Ribera. En el centro del puente se encuentra un triunfo del San Rafael, que data de 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.

En 2008 pasó a ser peatonal y lo que en su época fue una reforma controvertida ya es una imagen más de la ciudad. No hace falta echar la vista muy atrás para recordar cómo el Puente Romano era una pasarela que soportaba gran tráfico diario.

Puente de San Rafael

Durante 20 siglos, el puente Romano era el único en la ciudad, hasta que llegó el de San Rafael. Inaugurado en el año 1953, fue el segundo puente de la ciudad y, a día de hoy, muchos lo siguen llamando el puente nuevo. Tiene una longitud entre estribos de 217 metros y su anchura es de 18,5 metros entre pretiles. Cuando se abrió al tráfico, era el puente más ancho de España. Dado que el puente Romano era el único que permitía la entrada y salida de Córdoba hacia el sur, se tomó la decisión de construir el de San Rafael. La pasarela se proyectó para dar conexión al eje norte-sur de Córdoba a través de la prolongación del paseo de la Victoria y la avenida de Vallellano, enlazando con la carretera Nacional IV.

Puente de San Rafael.

Puente de San Rafael. / A. J. GONZÁLEZ

Su construcción permitió que la ciudad empezara a expandirse hacia el sur, una zona aislada del resto de Córdoba con el río Guadalquivir como valla de separación. Su construcción empezó en 1949 y en 1953 fue inaugurado por Franco, que vino a Córdoba con su mujer, Carmen Polo. También estaban aquel día el ministro de Obras Públicas, el conde de Vallellano (Fernando Suárez de Tangil), y el alcalde de la ciudad por aquel entonces, Antonio Cruz Conde.

En el año 2004, de forma misteriosa y sin que el Ministerio de Fomento diera ninguna explicación, desaparecen las placas conmemorativas de la inauguración donde podía leerse «S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde, inauguró este puente del Guadalquivir el 29 de abril de 1953». Precisamente, en 2004, se licitaron las obras para su reforma.

Puente de El Arenal

Apenas 40 años después de inaugurarse el puente de San Rafael, se abrió el puente de El Arenal. Sí hay que nombrar que, entre ambos, también se contruyó el que cruza la autovía A-4. Con la Expo de Sevilla, Córdoba estrenó la autovía A-4, que une Madrid y la capital andaluza. Fue la primera vía rápida que disfrutó la provincia y supuso un giro radical para las comunicaciones. Su consecuencia directa sobre el Guadalquivir fue un nuevo puente, el más sencillo, que enlaza la orilla del recinto ferial de El Arenal y el estadio El Arcángel con la otra donde acaba el barrio de Fray Albino.

Puente de El Arenal.

Puente de El Arenal. / A. J. GONZÁLEZ

Muy cerca de este puente de la autovía fue levantado el de El Arenal. Es una obra de los ingenieros José Antonio Fernández Ordóñez y Julio Martínez Calzón y fue construido en 1993 por Dragados con un presupuesto de 852.300.000 pesetas. El 25 de septiembre de 1992 se colocaba la primera piedra del paso elevado de El Arenal, el tercero de Córdoba tras el Romano y el de San Rafael y punto de partida del plan especial del río. El puente, de 220 metros de longitud por 21,5 de ancho, tiene un vano central de 110 metros y dos laterales de 55, y combina lo clásico con lo moderno.

Puente de Miraflores

Quizá, el puente más polémico de todos. Inaugurado en 2003 con fuegos artificiales incluidos, permitió peatonalizar el puente Romano. Mide 180 metros y tiene un único pilar de hormigón. Pese a ser una infraestructura del siglo XXI, la misma ya se planteaba desde años antes en el plan para revitalizar toda la zona del balcón del Guadalquivir. Se llegó a desechar un proyecto de Santiago Calatrava por considerarse demasiado atrevido. Se reactiva en 2001 con el encargo de Urbanismo a CHS Arquitectos, estudio del que formaban parte Rafael Casado Martínez, Antonio Julio Herrero y Juan Suárez Ávila –que ganaron un concurso de ideas en 1987–, y costó casi 12 millones que pagó Sistemas Inmobiliarios del Sur.

Pasarela del puente de Miraflores, con el Puente Romano de fondo.

Pasarela del puente de Miraflores, con el Puente Romano de fondo. / SÁNCHEZ MORENO

Se inauguró en plena campaña electoral por lo que no había políticos de por medio, aunque sí un espectáculo de luz y sonido. Su diseño no gustó a todo el mundo, con materiales que pretenden mimetizarlo con el entorno y una forma jorobada sobre un único pilar que permita divisar todo el parque de debajo. Más allá de la estética, el puente presentó grietas durante los primeros años en que entró en funcionamiento.

Puente de Andalucía

Y en 2004 llegó el puente más impactante de todos, el de Andalucía, que este año cumple su 20 aniversario de apertura al público. El puente, de 444 metros de largo, cuenta con con dos vanos principales de 114 metros y 96 mtros de luz, planteados con un esquema atirantado a partir de una pila situada en el centro del río. Fue diseñado por Javier Manterola, y tiene influencias de otros puentes suyos, si bien aquí los tirantes están dispuestos a lo largo del eje central. El tablero, de casi 30 metros, no es simétrico porque tiene que adaptarse a esta sección del río. Y si el puente tiene algo llamativo es su remate, lo que se conoce como pináculo, en un color verde por la bandera andaluza que puede divisarse desde varios puntos de la ciudad.

Puente de Andalucía.

Puente de Andalucía. / A. J. GONZÁLEZ

El puente costó 15 millones, fue promovido por Obras Públicas y construido por OHL. Es un elemento indispensable para el tráfico de la ciudad desde que se inauguró. En poco tiempo atrajo más de 40.000 vehículos y redujo el tráfico en el puente de San Rafael. Antes de abrir al tráfico rodado se inauguró para los peatones, que acudieron de forma masiva a visitarlo.

Puente de Ibn Firnás

El último y, con permiso del de Andalucía, quizá el más espectacular. Fue inaugurado en 2011 con el nombre del precursor de la aeronáutica y sus dos grandes arcos simulan unas gigantes alas. Tiene una longitud de 365 metros y una anchura de 30,4 metros.

Abbás Ibn Firnás, en el siglo IX, se lanzó desde la torre de la Arruzafa con una especie de paracaídas construido por él para planear sobre Córdoba. En homenaje a este hecho, el puente dispone de una escultura en la parte central que representa la figura del ingeniero emprendiendo el vuelo ayudado por las alas gigantes, representadas en los arcos.

Puente de Ibn Firnás.

Puente de Ibn Firnás. / A. J. GONZÁLEZ

En 2003, el Ministerio de Fomento adjudicó a Ayesa la redacción del proyecto de ejecución de las obras del nuevo acceso al aeropuerto, que implicaban la construcción de 5,94 kilómetros de nueva vía y una inversión de 60,8 millones de euros. Para salvar el cauce del río , fue necesario diseñar el puente, contribuyendo a descargar el tráfico pesado del puente de San Rafael.

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