«Existen en Córdoba y Andalucía grupos muy buenos en inteligencia artificial»

Mucho se habla en la actualidad de inteligencia artificial (IA) y Córdoba también se ha sumado al uso e investigación de esta disciplina científica. La cordobesa María Pérez Ortiz, de 33 años, estudió Ingeniería Informática en la Universidad de Córdoba y es profesora titular de universidad en el Centro de Inteligencia Artificial y el Departamento de Informática del University College London (Reino Unido). Es experta en machine learning (aprendizaje automático y, durante los últimos 13 años, ha investigado su aplicación en biomedicina, agricultura sostenible, cambio climático, neurociencia y tecnología educativa. Ha sido investigadora en el CSIC y en la Universidad de Cambridge. Ha colaborado en proyectos de investigación con instituciones como la Agencia Espacial Europea, Apple y distintos hospitales de España, entre ellos, el hospital universitario Reina Sofía de Córdoba. Su trabajo ha sido reconocido con premios como el de la Asociación Española para la Inteligencia Artificial y el de la Sociedad Científica Informá́tica de España- Fundación BBVA. Es directora de un máster de Inteligencia Artificial para Desarrollo Sostenible, mediante el que introduce a las nuevas generaciones a conceptos relacionados con tecnología para la protección del medio ambiente y el desarrollo humano, ética tecnológica y planetaria y gobernanza de algoritmos.

¿Estima que España, Andalucía y Córdoba ocupan un puesto destacado en el uso de la inteligencia artificial?

Creo que España está al día en el uso de la inteligencia artificial. Se investiga mucho aquí su aplicabilidad a distintos ámbitos. Sin embargo, quizás estamos atrasados en las nuevas tendencias de inteligencia artificial, que ahora mismo lideran Estados Unidos y Reino Unido. Los temas de ética en inteligencia artificial están, por ejemplo, tardando mucho más en llegar a España. Existen en Córdoba y Andalucía grupos muy buenos en inteligencia artificial. Todo lo buenos que pueden llegar a ser estando en un sistema universitario que principalmente prima la cantidad sobre la calidad.

Actualmente trabaja como profesora titular en el Centro de Inteligencia Artificial y el Departamento de Informática del University College en Londres. ¿En qué consiste su labor?

Mi trabajo es 50% docencia y 50% investigación. Imparto clases, superviso estudiantes de doctorado y de máster, dirijo varios programas, doy charlas, escribo artículos, organizo proyectos, hago divulgación y una larga lista de tareas. Como lo llaman en España ¡el profesor orquesta!

¿En qué otros proyectos de investigación está involucrada ahora?

Terminé hace poco un proyecto para predecir la pérdida de hielo marino en el Ártico con una asociación británica que se dedica a estudiar las áreas polares (Ártico y Antártico). Estamos ahora intentando usar ese modelo para mejorar otras predicciones de cambio climático a nivel global. Muchos de mis estudiantes de doctorado están investigando líneas de inteligencia artificial ética. Una línea de trabajo que estoy también empezando es la inteligencia artificial para ayudar a la decisión en entornos políticos. De igual forma que se usaban simulaciones para predecir las mejores políticas durante la pandemia, podemos emplear estos algoritmos para ayudarnos a ver las posibles consecuencias y riesgos de nuestras decisiones gubernamentales.

«Terminé hace poco un proyecto para predecir la pérdida de hielo marino en el Ártico»

¿Qué empresas o entidades pueden beneficiarse de los resultados del ‘machine learning’ y por qué razones?

Casi cualquier dominio podría ahora mismo beneficiarse del análisis de datos. Incluso he tenido alumnos de arqueología a los que les ha sido muy útil en su trabajo. Sin embargo, ahora mismo las grandes empresas son las que pueden permitirse crear modelos de inteligencia artificial, lo que está creando una desigualdad con respecto a los pequeños negocios.

¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de la inteligencia artificial? En una ocasión hablaba sobre la posibilidad de que se vaya a necesitar una licencia para hacer uso de la inteligencia artificial como quien compra un arma, por su importancia.

Creo que ahora mismo los riesgos que estamos comprobando superan a los beneficios, sobre todo, con tecnologías como ChatGPT. Me refiero aquí a, por ejemplo, riesgos de ciberseguridad y desinformación. Ahora es muy fácil clonar una voz y estamos viendo más y más ataques de fraude por teléfono con esto. Ya ha habido casos de uso de aplicaciones de lo que se llama en inglés nudyfing (desnudar artificialmente) en colegios españoles, ligados a casos de acoso. Estas tecnologías se utilizan a su vez en la web oscura para crear pornografía infantil sintética, lo que está ligado muchas veces a abuso infantil en la vida real y a más extremismo en pedófilos. Estos algoritmos también contienen muchos estereotipos y sesgos. Si le pides que te escriba una historia de una niña hablan de magia, belleza, delicadeza y música. Si le pides que escriba una historia sobre un niño hablan de ciencia, aventuras y maquinaria. Imagínate lo que puede pasar cuando estos algoritmos se empiecen a usar en todos los ámbitos. Creo que muchos de los riesgos vienen a nivel social y alguna de las oportunidades en medicina o medio ambiente. Por ejemplo, para predecir mejor las consecuencias del cambio climático o para hacer más eficiente el funcionamiento de una fábrica, reduciendo su huella de carbono.

¿Estas innovaciones informáticas son capaces de leer la mente o lo serán en el futuro?

Estos algoritmos ya son capaces de saber mucho de nosotros. Con tu información de Facebook pueden estimar 200 rasgos psicológicos de tu persona. Con información de cómo navegas en la web pueden estimar tus motivaciones morales. Más información de la que pensamos está relacionada. Es muy fácil predecir ciertas características personales incluso sólo con tu código postal. En cuanto a leer la mente con sensores no invasivos, ya está empezando a usarse en algunas aplicaciones con personas con movilidad reducida, pudiendo ahora, por ejemplo, mover el ratón del ordenador sólo con la mente o jugar a ciertos videojuegos sencillos. Sin embargo, estamos, por supuesto, lejos de que pueda llegar a leernos los pensamientos o nos permita hacer tareas más complejas.

«Las condiciones actuales del sistema universitario español nos echan a muchos para atrás»

¿Cuántas publicaciones científicas tiene en su haber por el momento?

Unas 100 publicaciones en revistas y congresos internacionales.

A pesar de su juventud, ya ha sido reconocida con destacados premios. ¿Cómo los valora?

Estoy muy agradecida por estos premios. Me han concedido mucha energía y motivación para continuar en esta nueva fase, explorando cómo podemos minimizar los riesgos de la inteligencia artificial, al mismo tiempo que usamos esta tecnología para las grandes oportunidades que nos brinda.

¿Percibe que sigue habiendo mucha fuga de cerebros desde España a otros países?

Si. El problema principal es que existen muchas becas de doctorado, pero pocas de postdoc (posdoctorales). Se entiende que te tienes que ir fuera sí o sí. He conocido bastantes becas que luego intentaban atraer al talento que estaba fuera. Sin embargo, las actuales condiciones del sistema universitario español, nos echa a muchos para atrás. Una vez que conoces otros sistemas y ves cómo priman la investigación, no es tan fácil volver.

En una anterior entrevista que Diario CÓRDOBA le realizó hace seis años se le preguntó por el impacto que estimaba podía tener el ‘Brexit’, al residir ya usted entonces en el Reino Unido. ¿Ha llegado a afectarle en algún momento desde que entró en vigor la medida en mayo de 2021?

Lo que más me afecta es no poder acceder a fondos competitivos de investigación europeos. Por lo general, el Brexit ha dañado muchísimo la universidad. Ahora para un europeo es, por ejemplo, mucho más difícil venir a Reino Unido a un centro de investigación.

«Los riesgos en IA superan ahora mismo a los beneficios por tecnologías como ‘ChatGPT’»

La informática, al igual que las ingenierías, eran antes carreras más elegidas por los hombres en España y en otros países desarrollados. ¿Se nota ya un cambio de tendencia y también en los puestos de decisión o queda mucho por hacer?

Creo que a nivel de carrera de grado no se ha notado mucho, pero sí es verdad que se han creado muchos posgrados interdisciplinarios que están atrayendo a mujeres de muchos otros campos a introducirse en la inteligencia artificial. Es, por ejemplo, el caso del programa de máster que creé y dirijo de Inteligencia Artificial para Desarrollo Sostenible, en el cual hemos alcanzado la paridad. Estos estudiantes, en muchos casos, han estudiado otra titulación, como matemáticas o química y han comprobado cómo la inteligencia artificial se aplica a sus dominios. Ahora se ven más atraídos hacia la informática, algo que nunca consideraron porque muchas veces tenemos una visión de la informática como una carrera donde sólo puedes dedicarte a arreglar ordenadores o crear páginas web.

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