carrera investigadora | cifras de la universidad de córdoba

Las científicas ganan peso y lideran ya el 35% de proyectos de la UCO

Ellas dirigen 95 investigaciones de las 273 contabilizadas el año pasado en esta institución

Las mujeres son el 40% del personal docente e investigador, y un 26% de las catedráticas

Mujeres desarrollan su actividad investigadora en un laboratorio.

Mujeres desarrollan su actividad investigadora en un laboratorio. / MANUEL MURILLO

Pilar Cobos

Pilar Cobos

Las mujeres ganan peso en la ciencia, aunque para ello están necesitando años. Los avances sociales y las medidas de la Administración pública están favoreciendo la incorporación del colectivo a la carrera investigadora, aunque todavía sea necesario vencer desafíos y eliminar barreras relacionadas, fundamentalmente, con la necesidad de atraer a más jóvenes hacia disciplinas como las ingenierías y de potenciar la conciliación de la vida laboral y familiar. La información de la Universidad de Córdoba (UCO) indica, no obstante, que la desigualdad ya ha comenzado a reducirse. De los 273 proyectos de investigación que estaban en marcha el año pasado en esta institución, el 35% eran liderados por investigadoras (95 estudios en términos absolutos). Este es el porcentaje más elevado, al menos, desde que se inicia la recopilación de datos en 2005.

El ejercicio que registró un mayor número de estudios con investigadoras principales al frente fue 2009, justo en los inicios de la última crisis económica. En aquel momento eran 182 los proyectos liderados por mujeres, pero la proporción respecto al total fue menor (del 29%) porque había un total de 619 investigaciones activas en la UCO. Las convocatorias de proyectos exigen diferentes requisitos a los investigadores principales, que pueden estar relacionados con la trayectoria profesional (publicaciones realizadas...), la innovación, la oportunidad del estudio o los recursos que se emplearán para su desarrollo.

En estos momentos, la UCO tiene 229 grupos de investigación y 85 son liderados por mujeres, algo más de la tercera parte (37%), mientras que el resto son dirigidos por hombres.

A nivel nacional, el estudio Científicas en cifras 2023, elaborado por el Ministerio de Ciencia, señala que la proporción de investigadoras principales (en universidades y otras entidades) continúa creciendo tanto en las solicitudes como en las concesiones de convocatorias de proyectos de las agencias financiadoras de la investigación. Ellas eran el 36% respectivamente en 2019 y en ambos casos se situaron en el 40% en 2020, «el límite inferior de lo que se entiende por equilibrio de género», apunta. Además, el mismo trabajo explica que a medida que avanza la carrera investigadora dentro de la universidad y de los organismos públicos de investigación, la proporción de mujeres desciende y solo una de cada cuatro alcanza el puesto más alto (grado A). Para explicar los motivos del abandono o estancamiento en la carrera investigadora, alude al Estudio de situación de las jóvenes investigadoras en España, que fue publicado por este ministerio en 2021. El informe señala que detrás de esta situación se encuentran, principalmente, la precariedad y la inestabilidad, una mayor insatisfacción en comparación con sus colegas hombres y el mayor pesimismo respecto a su desarrollo profesional.

Los datos oficiales apuntan que, en 2021, la proporción de investigadoras en la enseñanza superior andaluza era del 43%, igual que en España. Las comunidades autónomas con un porcentaje más elevado son País Vasco y Castilla y León, donde el porcentaje de mujeres se aproxima al 47%.

Los hombres son mayoría

En cuanto a la situación actual en la Universidad de Córdoba, ellas representan el 40% del personal docente e investigador, ya que esta institución cuenta con 609 profesoras y catedráticas. Sus compañeros hombres son el 60%, al sumar 903. Además, ellos son protagonistas en la categoría más alta, con el 74% del total de los catedráticos de universidad frente a un 26% de mujeres.

Los docentes e investigadores hombres son más númerosos en todas las áreas del conocimiento excepto el arte y las humanidades, donde ambos sexos están igualados con 99 profesionales respectivamente. Así, los hombres son mayoría en las ciencias (143 varones frente a 96 mujeres); las ciencias de la salud (248-162); las ciencias jurídicas y sociales (219-182) y la ingeniería y la arquitectura (194 profesores y catedráticos frente a 70 compañeras en las mismas ocupaciones).

No obstante, en el futuro la representación de hombres y mujeres podría estar más igualada. En estos momentos, ellas son el 52% de los 1.632 alumnos que realizan su doctorado en la UCO, al tiempo que los hombres son el 48% restante. La presencia femenina destaca en programas como los de Biomedicina; Ciencias Sociales y Jurídicas, y Lenguas y Culturas, pero sus compañeros sobresalen en otros programas como los de Computación avanzada e Ingeniería Agraria.

La conciliación, un «desafío adicional»

La vicerrectora de Igualdad de la Universidad de Córdoba, Sara Pinzi, afirma que la maternidad y la conciliación «imponen desafíos adicionales a las mujeres que aspiran a progresar en sus carreras científicas». A modo de ejemplo, cita el informe de brecha salarial de 2023, realizado por el Ministerio de Universidades, Aneca y CRUE Igualdad, que apunta a la existencia de una diferencia del 12,7% entre hombres y mujeres en el sistema universitario, para explicar que «este desequilibrio se manifiesta principalmente en los complementos salariales de investigación y transferencia, siendo más pronunciado entre los 30 y 39 años». 

Por otro lado, destaca que el informe de Unisafe de 2021 revela que el 66% de las científicas de la UE han experimentado acoso o violencia de género. Así, la vicerrectora de Igualdad defiende que «es imperativo tomar medidas rápidas y decisivas para abordar estos problemas sistémicos».

En su opinión, «la transición hacia un mayor liderazgo femenino en la investigación puede tener un impacto significativo en la atracción de niñas y jóvenes hacia carreras tradicionalmente dominadas por hombres». «Los estereotipos de género persisten» en el sector STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), «que se percibe como predominantemente masculino, desalentando a las niñas desde una edad temprana. Además, los entornos profesionales en estos campos no son inclusivos», lamenta Sara Pinzi. Como muestra, detalla que en la UCO el porcentaje de mujeres matriculadas en carreras de Ingeniería y Arquitectura se aproximó al 20% el curso pasado. 

Suscríbete para seguir leyendo