TESTIMONIO

Tratamiento novedoso contra la depresión: Volver a reír a los 60 años

Pilar Gallego es paciente del hospital Cruz Roja, donde el empleo de la esketamina intranasal ha conseguido liberarla del sufrimiento que la ha acompañado toda su vida

Pilar Gallego, paciente del doctor Alberca en el hospital Cruz Roja de Córdoba.

Pilar Gallego, paciente del doctor Alberca en el hospital Cruz Roja de Córdoba. / CÓRDOBA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La depresión es un trastorno de salud mental que se estima que padecen el 5% de los adultos, según datos de la Organización Mundial de la Salud, que lo define como «tristeza persistente y falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras». La depresión puede además alterar el sueño y el apetito, producir cansancio y falta de concentración, y afecta en mayor medida a las mujeres. Aunque existen diversos tratamientos de psicoterapia para los casos leves y combinados con fármacos para los más graves, hay pacientes con depresión mayor que son resistentes a los tratamientos y que, en los últimos tiempos, están encontrando una esperanza en la esketamina intranasal. La cordobesa Pilar Gallego es un ejemplo de ello. A los 60 años, ha recuperado las ganas de vivir y ha vuelto a reír.

Su primer contacto con la depresión fue a los 13 años, a raíz de la muerte de su abuelo, al que estaba muy unida. «Cuando falleció, yo caí enferma, dejé de comer, me pasé días en la cama sin parar de llorar», recuerda.

Desde aquel momento, su vida ha estado ligada a la depresión, acrecentada en determinados momentos por episodios relacionados con la salud de su hija o la peligrosidad del trabajo de su marido, sin que el tratamiento farmacológico haya sido eficaz mejorar su estado de ánimo.

«He recuperado las ganas de salir, voy a pilates y me arreglo, todo lo que antes era incapaz de hacer»

En 2017, con sus hijos mayores, decidió hacer un curso de cocina en la Escuela de Hostelería y empezó a trabajar en una residencia de mayores. «Esa fue una etapa muy bonita», afirma, «era feliz con ellos, me sentía útil y realizada». Pero la pandemia irrumpió y su mundo volvió a derrumbarse. «El estrés y el miedo me hicieron recaer hasta que me di de baja», comenta, «y estando enferma, recibí la carta de despido». Aquello fue un mazazo en su autoestima que hizo tambalear todos sus cimientos hasta sumirla en un pozo negro de desesperanza. «Me pasé meses del sofá a la cama y de la cama al sofá, me sentía inútil, hundida porque sentía que no valía para nada y solo veía lo negativo». Esa fue la etapa más dolorosa de su depresión y a punto estuvo de tirar la toalla. 

De repente, un tratamiento esperanzador

En esa situación, un día decidió navegar en Google en busca de alguna solución y dio con el nombre de un tratamiento novedoso, la esketamina intranasal, que se estaba administrando en el hospital Cruz Roja de Córdoba a pacientes que no habían respondido previamente a los tratamientos farmacológicos con antidepresivos en tiempo y dosis adecuadas. Dada su trayectoria, Muface autorizó el caso, así que se sometió a las pruebas correspondientes y acudió a la primera sesión. «El tratamiento se administra con unos inhaladores que te dejan en un estado de relajación total», explica, «primero fueron tres inhaladores dos veces en semana y ahora, casi un año después, recibo un inhalador al mes como dosis de recuerdo». 

Los primeros días no experimentó grandes cambios. «Pero después de la quinta sesión, cuando volví a casa, era otra persona, recuerdo que abracé a mi marido y él me miró como si me viera por primera vez y es que me ha cambiado hasta la cara», asegura, «he recuperado las ganas de entrar y salir, voy al pilates, a andar, me arreglo, me pinto y salgo de tiendas, todo lo que antes era incapaz de hacer porque no veía sentido a la vida». A los 61 años, afirma que gracias a este nuevo tratamiento «he vuelto a hacer bromas y a reírme, porque llegó un momento en que no sabía como reír». Según el doctor Javier Alberca, psiquiatra del Instituto de Neurociencias del hospital Cruz Roja, «la novedad de este tratamiento es que los resultados se aprecian de forma casi inmediata, algo que lo distingue de los antidepresivos previos, en los que hay que esperar varias semanas para notar beneficios. Y es muy fácil de aplicar. Además, los índices de respuesta que manejamos permiten ser muy optimistas respecto a su eficacia».

Suscríbete para seguir leyendo