Presupuesto

El Ayuntamiento de Córdoba ha gastado 22,6 millones más de lo permitido pero cierra 2023 con 166 millones de tesorería

Blanca Torrent asegura que estas cifras de ejecución presupuestaria demuestran que las críticas por la inejecución presupuestaria son "mentira", porque no es posible que haya una ejecución baja y gastar por encima de los límites de la regla de gasto

La delegada de Hacienda y primera teniente de alcalde, Blanca Torrent.

La delegada de Hacienda y primera teniente de alcalde, Blanca Torrent. / CÓRDOBA

Irina Marzo

Irina Marzo

El Ayuntamiento de Córdoba cerró el año 2023 con 43,6 millones de remanente positivo, incumpliendo la regla de gasto, pero con 165,8 millones a 31 de diciembre del 2023 en su tesorería. La delegada de Hacienda y primera teniente de alcalde, Blanca Torrent, ha ofrecido una rueda de prensa para informar de que esos algo más de 43 millones de remanentes se van a dedicar a "la consolidación y crecimiento de la ciudad, a la mejora de la calidad de vida de los cordobeses y a la mejora de los servicios públicos”.

La edil del PP ha querido ofrecer estas macrocifras para desmentir la crítica del principal partido de la oposición, el PSOE, sobre la baja ejecución presupuestaria que a su juicio ha hecho el equipo de gobierno de las cuentas del 2023. "Estas cifras de ejecución presupuestaria demuestran algo tan sencillo como que las críticas por la inejecución presupuestaria eran y son infundadas, y para ser más claros, mentira, porque lo que no es posible es que se hable de una ejecución baja y gastar por encima de los límites de la regla de gasto", ha afirmado la edil del PP.

Intestabilidad de 21,6 millones

Torrent ha explicado que en 2023 se emplearon 35 millones de euros de los remanentes del año anterior 2022, que se ejecutaron en su totalidad y que han generado "una inestabilidad" de 21,6 millones. Dicha inestabilidad ha sido advertida por la Intervención, que señala en un informe que el equipo de gobierno ha afrontado un exceso de gasto, es decir, que ha gastado más de lo previsto aprovechando que las reglas fiscales que afectan a los ayuntamientos están suspendidas desde el estallido de la pandemia. Durante algunos años, la suspensión de las reglas de fiscalización han permitido a las administraciones locales incorporar a sus presupuestos remanentes para afrontar gastos derivados del covid, inversiones heredadas de gobiernos sociales y para dar ayudas directas a tejido empresarial o sociales. A partir de este año, cuando se espera el regreso de las reglas fiscales, los ayuntamientos solo podrán destinar sus remanentes al pago de deuda.

Lo que ha ocurrido este año, sencillamente, es que en la liquidación general del presupuesto municipal del 2023 se excede la regla de gasto, puesto que la variación del gasto computable ha sido superior a la tasa de referencia establecida, es decir, el PP ha gastado --según indican las cifras aportadas por Torrent-- un 22,,2% más del ejercicio 2022.

En cualquier caso, la delegada ha dicho que "el Ayuntamiento cumple con el objetivo de sostenibilidad financiera porque ha contado con un ahorro neto positivo y un volumen total de capital vivo inferior al 110% de los ingresos corrientes liquidados del ejercicio anterior, que suponen un 53,37%".

"Año a año tenemos resultados presupuestarios positivos de más de 3 millones y remanente líquido de tesorería por importe de 43 millones; en estos años especialmente en 2023 hemos ejecutado muchísimo, sobre todo porque hemos incorporado remanentes de años anteriores para hacer inversiones y ayudas económicas y sociales", ha explicado Blanca Torrent.

Cuando entren en vigor las reglas fiscales

Por otro lado, la primera teniente de alcalde ha informado de que una vez que entren en vigor de nuevo las reglas fiscales en 2024, habrá que dedicar los remanentes de ejercicios anteriores a quitar deuda para que el gasto extra presupuestario de la ejecución de los mismos se integre paulatinamente en las cuentas del Ayuntamiento.

Crítica del PSOE

El portavoz del PSOE, Antonio Hurtado, por su parte, cree que esta situación de desfase se produce al comparar datos según contabilidad nacional (el criterio que rige es el de caja) y según contabilidad presupuestaria (remanentes de tesorería según derechos y obligaciones reconocidas). «Lo que influye de modo negativo para que un remanente positivo de 43 millones se convierta en un déficit consolidado de 22 millones es la cantidad de remanentes que se van incorporando año tras año por la falta de capacidad de ejecución». Por ello, Hurtado exige al PP que gaste lo presupuestado en el año que le corresponde para incorporar cada vez menos remanentes a ejercicios posteriores».

Además, el edil del PSOE señala que si el Ayuntamiento de Córdoba tiene un déficit según contabilidad n acional significa que los remanentes de tesorería se pueden aplicar a cualquier gasto y es "una auténtica barbaridad" destinarlo al pago de la deuda. Por contra Hurtado propone destinar los 43 millones a la compra de los cines de verano o a la mejora de los servicios públicos.