crónica

Seguimos para bingo

Sellada la investidura, la secretaria de los socialistas cordobeses solicita a la ciudadanía que «arrope» al presidente

El PP presenta los presupuestos municipales el mismo día del pleno y mosquea a la oposición

Pleno de noviembre. El alcalde, José María Bellido, charla con concejales de la oposición antes de la sesión.

Pleno de noviembre. El alcalde, José María Bellido, charla con concejales de la oposición antes de la sesión. / A.J. González

Irina Marzo

Irina Marzo

Consumada la investidura de Pedro Sánchez, comienzan las quinielas de ministerios que en Córdoba solo podemos echar ya por Luis Planas, que atesora la cartera de Agricultura desde 2018. También empiezan a desinflarse las protestas ante la sede de Ferraz, que quizá se ambienten el lunes al calor del 20N, un aniversario que, con seguridad, algunos de los allí concentrados celebrarán con ardor. ¡Han cantado línea, seguimos para bingo!

El viernes, la secretaria del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, se pronunció por primera vez en público sobre la amnistía -lo hizo, eso sí, a través de un comunicado de prensa- y pidió a los cordobeses que «arroparan» al presidente, se entiende que de modo metafórico porque el tiempo no está ni para rebequita (¿para qué habremos puesto ya las enagüillas?). No sé yo si después de estas semanas el entusiasmo de la militancia socialista llega hasta ese extremo (la expresión «arropar» evoca una intimidad como de cuarto de matrimonio, ¿no?) o si el fervor les llega justo para no ser voz disonante en tiempos en los que los partidos (todos, no se salva ni uno) están para pocas disidencias.

Sea como fuere, arropado queda el presidente por el independentismo catalán (de derechas y de izquierdas), que está por ver si saldrá de ésta más fortalecido o con el tiro de gracia dado.

En el pleno de Córdoba, los concejales de PP y Vox aprobaron una segunda moción contra la amnistía igual de estéril que la pactada el mes pasado, pero que permitió el desahogo de los señores capitulares y el siempre sano ejercicio del debate y la dialéctica. En esta sesión, no sabemos si fruto de los nervios por el clima de tensión general, hubo más interrupciones que nunca y algún insulto extemporáneo e incluso personal. En materia local, salió adelante el plan municipal del cambio climático, que debe implementar 80 medidas para que la ciudad no se achicharre en las olas de calor; una queja a Renfe por la gestión de sus trenes de cercanía, y el compromiso de agilizar el informe que el Ayuntamiento quiere elevar a la Junta de Andalucía (para eso creó una comisión en abril) sobre las zonas de gran afluencia turística. Debería hacerlo antes de marzo, cuando se vuelve a decretar la libertad horaria comercial en todo el municipio, algo que, según CCOO y UGT, solo beneficia a las grandes superficies. «¿Qué turista va a comprar un souvenir un domingo en el barrio de Fátima?», preguntó retórico, claro está, uno de los representantes sindicales que intervino en el pleno.

La oposición mostró su hondo malestar (entiendan que queda mal escribir cabreo) porque el alcalde presentó los presupuestos municipales de 2024 el jueves, sin avisar (el rodillo de la mayoría es así de sorpresivo) y el mismo día del pleno, lo que les pareció sospechoso y les llevó a preguntar qué era lo que José María Bellido quería opacar de la sesión con el 2x1.

Las cuentas del Ayuntamiento y sus empresas y organismos municipales ascenderán en 2024 a 536 millones, de los que 226 serán para pagarle al personal, 43 para inversiones reales y 32 para amortizaciones y pago de intereses de deuda. Para hacer frente a esos gastos, y pese a «la quinta rebaja fiscal», la delegada de Hacienda, Blanca Torrent, ha previsto recaudar más de 129 en impuestos directos, 15 en impuestos indirectos y 54,4 en tasas. El alcalde anunció que destinará 86 millones a gasto social, de los que 64,5 serán para dependencia, y adornó el presupuesto con la coletilla del «más social de la historia», de la que quizá se empieza a abusar porque se utiliza todos los años y en todas las administraciones. Además, dedicarán 3 millones para Infraestructuras; 4 millones para completar el anillo verde y partidas para proyectos nuevos como el estadio Córdoba Arena (300.000 euros) o el nuevo parque de bomberos (200.000 euros).

Los empresarios de CECO y los militares constataron en Málaga la buena marcha de la Base Logística del Ejército, que empezará a construirse a finales de año con un presupuesto que ronda ya los 400 millones. Y el Ayuntamiento distinguirá con un sello a las tabernas con más de 75 años, por las que quiere pasear a los turistas en plan ruta. Una magnífica idea que acercará a nuestros visitantes no solo al vino y la gastronomía de la tierra, sino al paisanaje local del siempre sieso tabernero cordobés, que debiera estar protegido como el lince ibérico.

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