SEMANA DE LAS PERSONAS SORDAS

Más cordobeses de mediana edad sufren déficit auditivo por trabajar con excesivo ruido

El otorrino José Francisco Padilla del hospital Cruz Roja insta a hacerse revisiones periódicas para evitar daños irreparables

Las personas mayores que no se tratan la sordera con un audífono tienen más riesgo de deterioro cognitivo

Algunos trabajos requieren de más mecanismos de prevención.

Algunos trabajos requieren de más mecanismos de prevención. / FRANCISCO GONZÁLEZ

M.J. Raya

M.J. Raya

Durante toda esta semana se conmemora el Día Internacional de las Personas Sordas, una situación con la que conviven unas 6.000 personas en la provincia de Córdoba, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque se calcula que puedan ser más, pues estas cifras no suelen tener en cuenta a muchas personas mayores que presentan este problema con el paso de la edad.

Al margen de la hipoacusia detectada tras el nacimiento, el especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja Córdoba José Francisco Padilla advierte del creciente número de casos que se están conociendo en las consultas médicas de sordera adquirida, que está causada principalmente por traumas acústicos, infecciones, toxicidad o envejecimiento.

El especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja José Francisco Padilla revista a una paciente.

El especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja José Francisco Padilla revista a una paciente. / CÓRDOBA

José Francisco Padilla señala que se estima que una de cada tres personas de más de 55 años y la mitad de la población de 65 o más años presenta problemas de audición. En el caso de las personas de más de 50 a 55 años ese déficit auditivo está ligado fundamentalmente a que ese ciudadano ha estado expuesto en su trabajo a ruido excesivo y no ha usado elementos de protección que pudieran evitar este riesgo, equipos que sí se vienen utilizando en la actualidad, estando relacionada la labor de estas personas con la agricultura, construcción, metal, carpintería, música, entre otros sectores.

Las consecuencias de una continua exposición a ruido excesivo

Según Padilla, antes no se percibía el perjuicio que podía suponer trabajar bajo un ruido excesivo de forma constante, ya que esa pérdida auditiva luego difícilmente se va a recuperar. "A estas edades puede haber algunos casos que pueda revertirse el déficit auditivo con un tratamiento quirúrgico", remarca. Por eso, este doctor insta a hacerse revisiones auditivas periódicas para descartar que exista alguna hipoacusia de leve a moderada.

El especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja de Córdoba José Francisco Padilla.

El especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja de Córdoba José Francisco Padilla. / CÓRDOBA

Por otro lado, este especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja llama la atención sobre el aumento del número de jóvenes que consulta por pérdida de audición, debido a que han venido usando con regularidad auriculares para escuchar música u otros contenidos a un número de decibelios más alto de lo que se recomienda y esto le ha podido producir un daño en su oído interno. En esta línea, este doctor hace hincapié que existen aplicaciones que advierten si se están superando los 90 decibelios, por el deterioro que puede provocar al oído interno.  

El deterioro puede agravarse en las personas mayores si no oyen bien

Acerca del déficit auditivo que afecta a una de cada dos personas mayores de 65 años, este trastorno se produce, según Padilla, por la pérdida de células nerviosas del oído interno ligada al envejecimiento. “Por ahora no se ha encontrado remedio farmacológico ni quirúrgico para recuperar esas células y la única alternativa es usar audífono”, indica este doctor.

Este especialista recuerda que es importante abordar la sordera de leve a moderada, especialmente en las personas mayores, porque no escuchar bien las lleva a situaciones de aislamiento, propicia su deterioro cognitivo o incluso puede suponer que sean víctimas de accidentes de circulación si no oyen, por ejemplo, que un coche eléctrico está circulando, por el escaso ruido que genera.

“Existe cierto rechazo entre la población de más edad a ponerse el audífono, alegando que no les va a ir bien o por su coste económico. Pero no debería la sociedad conformarse con que el abuelo o la abuela están sordos, como si no se pudiera hacer nada, o con poner la tele más alta”, recalca este experto.

Realización de la prueba de hipoacusia a un recién nacido en el Materno Infantil del hospital Reina Sofía.

Realización de la prueba de hipoacusia a un recién nacido en el Materno Infantil del hospital Reina Sofía. / Chencho Martínez

La hipoacusia en la edad infantil

En el caso de la población infantil, Padilla precisa que la hipoacusia no detectada a tiempo puede contribuir a un retraso en el desarrollo del menor o a la hora de interactuar o comunicarse, entre otras consecuencias.

El 0,4% de los recién nacidos de Córdoba presenta hipoacusia

Los hospitales de Córdoba diagnostican cada año entre 25 y 30 nuevos casos de hipoacusia (sordera) en recién nacidos, apunta el jefe de la unidad de Otorrinolaringología Intercentros del hospital universitario Reina Sofía y hospital Infanta Margarita de Cabra, Francisco Muñoz del Castillo. Esto implica que la hipoacusia se detecta en aproximadamente el 0,4% de todos los recién nacidos.

El jefe de Otorrinolaringología del Reina Sofía recalca que existen en la edad infantil y adulta las sorderas de transmisión, por déficit de conducción sonora por patología que afecta al oído externo o medio, que suelen tener un tratamiento médico o quirúrgico y ser reversibles. A este grupo pertenecen patologías infantiles frecuentes como las otitis seromucosas, otitis medias agudas, malformaciones de oído externo o medio u otitis medias crónicas.

Por otra parte, están las sorderas neurosensoriales o perceptivas, que son diferentes tipos de patologías que afectan al oído interno o al nervio auditivo y suelen ser irreversibles. Entre estas clases de hipoacusia las hay leves (que no precisan tratamiento) y moderadas o severas, que precisan adaptación de audífonos o incluso implantes cocleares, en los casos más graves.

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