REPORTAJE

El helado calma a las 'fieras' en el Zoo de Córdoba en verano

Los animales se divierten mientras se refrescan con los polos que preparan los expertos de este Centro de Conservación

Se estima que el rinoceronte llegue para principios del año que viene

Lémur de cola anillada jugando con fruta congelada.

Lémur de cola anillada jugando con fruta congelada. / Patricia Cachinero

El calor de Córdoba en verano es difícil de esquivar. Es común quedarse pegado frente al ventilador durante tardes, tener varias botellas de agua fría en el frigorífico y tomar helados para refrescarse. Los animales, sin embargo, no pueden hacerlo, pero los profesionales del Centro de Conservación Zoo Córdoba tienen un par de ideas para lidiar las altas temperaturas.

El centro, con más de 500 animales de unas 120 especies distintas, es dirigido por Antonio Torrecilla, que destaca que "la labor que realizan los zoológicos ya no es la de centro de exposición de bestias como era antes. Nuestra labor está más cerca de la conservación y reintroducción de especies que de ser un mostrador de animales".

Medidas contra el calor

Para paliar el calor cordobés, Julia Ruiz, junto al resto de expertos en conservación del Zoo Córdoba, preparan un ingenioso invento: helados customizados para los animales. Por ejemplo, para los lémures hay unos polos muy refrescantes de agua y fruta. De esta forma, los primates pueden refrescarse mientras juegan y se alimentan. No obstante, "esto no sustituye su dieta. Los animales tienen una alimentación medida y preparada por un veterinario y se les da al peso, independientemente de si han tomado helado o no", explica el director.

Además de los polos de los lémures, que también toman los osos, hay otros preparados no tan vegetarianos. Torrecilla lo explica así: "Esto es un leopardo de Sri Lanka, proviene de Asia, y en su clima original hace calor también, pero nos gusta darle polos también porque es bueno que se refresque". Sin embargo, ¿de que está hecho el polo de un leopardo? "Es un polo carnívoro, está hecho con agua, sangre, ternera y otras partes de animal. Adaptamos lo que les damos en base a su dieta. Por ejemplo, si un animal come insectos, preparamos un polo con tenebrios (gusanos de la harina) para que encaje con lo que este animal suele comer", concluye el director.

Eso sí, no todas las especies reciben sus helados artesanales: "Estas tortugas provienen de África, ellas no necesitas los helados, aun así nos gusta traerles flores de hibisco para que picoteen, les encantan", explica Torrecilla.

Un oso disfrutando de fruta congelada en su charca.

Un oso disfrutando de fruta congelada en su charca. / PATRICIA CACHINERO

Especies protegidas

Entre las labores de cría y reformación de poblaciones que realiza el centro de conservación está el programa de manejo de poblaciones animales en cautividad, el llamado Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP). Entre las especies que forman parte de este plan de preservación encontramos desde gibones (una especie de mono pequeño) o leopardos de Sri Lanka, hasta el lobo, que ¿sigue en peligro de extinción? "Depende de en qué zona y depende de a quién preguntes. En el norte sí, hay muchos, la especie está reintroducida. En Andalucía es diferente, aquí en Córdoba ya no ves lobos en Sierra Morena", contesta Torrecilla.

Julia Ruiz, experta en conservación, alimentando a un lémur.

Julia Ruiz, experta en conservación, alimentando a un lémur. / PATRICIA CACHINERO

Pero, ¿qué implica que estos animales estén incluidos en el programa? Estos animales no solo cuentan con especial protección, sino que también se estudian las condiciones de los centros que los van a acoger. Torrecilla explica que "los animales sufren el calor de Córdoba, pero igual que lo pasarían en su hábitat natural, muchos animales provienen de África o de Asia, climas parecidos al nuestro. Hacemos lo de los polos y la fruta para entretenerles y para que estén en las mejores condiciones posibles, pero aquí no se hace ninguna barbaridad, sería impensable que el EEP nos permitiese traer un pingüino a Córdoba".

El EEP estudia las condiciones de los animales que llegan, por ejemplo, el rinoceronte, al cual se le está preparando el recinto aprovechando las vacaciones de agosto. Torrecilla comenta la labor del EEP: "Con el hábitat del rinoceronte se estudió todo, las características de nuestro clima, la altura de las vallas y hasta el tipo de sustrato que tendrá el suelo".

Un lémur de cola anillada olisqueando fruta congelada.

Un lémur de cola anillada olisqueando fruta congelada. / PATRICIA CACHINERO

¿Cuándo llega el rino?

"El rinoceronte llegará para principios de año", comenta Torrecilla. Actualmente el recinto del rinoceronte no está aún terminado ya que "los obreros no pueden trabajar ahora mismo; a ver si baja un poco el calor para que puedan terminar la obra". Además de la obra, se deberán completar los requisitos del EEP antes de traer al animal.

Aparte del rinoceronte, que sustituirá al elefante fallecido cuatro años atrás, el Centro de Conservación Zoo Córdoba cuenta con ejemplares maravillosos: "Ahora mismo contamos con dos crías de dos y cinco años de gibón. Estos animales, además, tienen una característica muy particular, aún no conocemos su género. La madre está allí, y es totalmente beige. Aproximadamente a los siete años, a los cachorros les empezarán a bajar los órganos sexuales y, si son hembras, cambiarán su color al de su madre", explican Ruiz y Torrecilla.

El centro de conservación cuenta también con especies invasoras, recogidas en parte del río. "Si miras las orillas del río Guadalquivir, las zonas con sol están ocupadas por tortugas florida. Es ilegal la compra y venta, pero además de ser ilegal, soltar estas especies invasoras puede provocar problemas muy graves a los hábitats. Es por ello que recogemos a esos animales y los tratamos en nuestras instalaciones".

El imponente leopardo de Sri Lanka disfrutando su helado hecho de sangre y ternera.

El imponente leopardo de Sri Lanka disfrutando su helado hecho de sangre y ternera. / PATRICIA CACHINERO

Además de criar a los dos pequeños primates y salvar a la fauna autóctona de especies invasoras, el zoo realiza una gran labor brindado segundas oportunidades a grandes bestias. Torrecilla comenta que "tanto osos como leones son en su mayoría traídos de circos abandonados. Estos animales es imposible que vuelvan a la naturaleza, no son aptos. En los centros de conservación nos dedicamos a darles la mejor vida posible, pero además tratamos de reinsertar a las crías para tratar de reformar las poblaciones en libertad".

Suscríbete para seguir leyendo