ANÁLISIS DEL HOSPITAL REINA SOFÍA

Las consultas por adelanto de la pubertad aumentan en Córdoba desde la pandemia

El sobrepeso, el exceso de nutrición y factores ambientales, como los plásticos, están condicionando la bajada de edad

La mayoría de casos no necesita tratamiento alguno, aunque si se requiere existe medicación para modular el crecimiento

La doctora Carmen de la Cámara estudia a un menor en su consulta del hospital Reina Sofía en el centro de especialidades Castilla del Pino.

La doctora Carmen de la Cámara estudia a un menor en su consulta del hospital Reina Sofía en el centro de especialidades Castilla del Pino. / A.J. González

M.J. Raya

M.J. Raya

La Unidad de Endocrinología Infantil del hospital universitario Reina Sofía ha detectado que desde la pandemia se ha producido en Córdoba un aumento de las consultas que llegan al hospital, derivadas fundamentalmente de los centros de salud y de las revisiones del niño sano que realizan los pediatras, para determinar si los menores presentan pubertad adelantada. La coordinadora de la Unidad de Endocrinología Infantil del Reina Sofía, Carmen de la Cámara, señala que este mayor número de consultas no implica ningún signo de alarma ni una mayor repercusión clínica, pero sí reconoce el incremento en esas derivaciones. 

Esta especialista expone que existe una tendencia secular (cambio en las medidas corporales de la población en el transcurso del tiempo) a la disminución de la edad en la que empiezan a aparecer los signos de pubertad, aunque dicha modificación es muy lenta. 

«Se sabe que en la Edad Media la menstruación se producía después de los 15 años. Con el paso de los siglos se ha ido adelantando, de forma que ahora mismo la media de edad de la menstruación en las niñas blancas en Europa se sitúa alrededor de los 12 años y medio, teniendo en cuenta que se considera esta etapa como el culmen de la pubertad y que los signos puberales suelen aparecer unos dos años antes», argumenta la doctora De la Cámara. 

La directora de la Unidad de Endocrinología Infantil del hospital Reina Sofía, Carmen de la Cámara.

La directora de la Unidad de Endocrinología Infantil del hospital Reina Sofía, Carmen de la Cámara. / AJGONZALEZ

Factores que influyen

Carmen de la Cámara resalta que existen una serie de factores que pueden estar influyendo en el adelanto de la pubertad y que se relacionan con el estilo de vida actual, como son un alto índice de masa corporal, el exceso de nutrición y el sobrepeso (circunstancias que se acentuaron durante la pandemia), así como los denominados disruptores hormonales. Estos disruptores hormonales están influyendo a su vez en el adelanto de la pubertad y son sustancias que se encuentran en el medio ambiente y que provienen de los plásticos, aceites esenciales o de la alimentación animal que consume la población.  

Diferencia entre pubertad precoz y adelantada

La coordinadora de Endocrinología Infantil del Reina Sofía distingue entre pubertad adelantada, que puede darse si las niñas tienen entre 8 y 9 años y los niños entre 9 y 10 años, mientras que la pubertad precoz se define como el inicio de esta etapa antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 en los chicos.

Carmen de la Cámara precisa que la pubertad se caracteriza por la aparición de los caracteres sexuales secundarios (botón mamario en las chicas y crecimiento testicular en los varones, como principales indicativos), aumento de la edad ósea y de la velocidad del crecimiento. Esta especialista subraya que es importante vigilar la pubertad precoz por si pudiera tener alguna raíz patológica, algo que es más frecuente si la pubertad se adelanta en torno a los 6 años. En las mujeres se anticipa más la pubertad que en los chicos, 10 veces más. 

El tratamiento no es necesario en la mayoría de casos

De la Cámara destaca que la mayoría de las consultas por posible adelanto de la pubertad que se atienden en el Reina Sofía se resuelven sin tener que indicar tratamiento alguno al paciente, pero añade que, en caso de ser necesario, se establece una medicación para que esos niños o niñas se desarrollen de forma que esa evolución no les cause malestar. En esta línea, existen mecanismos para frenar la pubertad, como inyecciones mensuales o trimestrales de análogos de las hormonas hipofisarias, que frenan la acción del crecimiento.  

Signos que hay que descartar

En los pacientes pediátricos que son derivados al hospital por este motivo hay que descartar manchas en la piel, que puedan ser neurofibromatosis, alteraciones visuales o cefaleas. Se evalúa su madurez ósea (mediante una radiografía de la mano) y se les realiza una analítica para comprobar las hormonas. También se pueden efectuar pruebas de imagen hipofisarias, ecografías ovárica o testicular y pruebas de estimulación hormonal, para descartar causas secundarias de ese adelanto de la pubertad.

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