mesa de redacción 'Radiografía de la joyería en Córdoba: claves y retos'

El relevo generacional se erige como el gran reto de la joyería cordobesa

El sector pide formación dual y la Junta plantea un programa experimental de fórmula similar

El Imdeec trabaja en talleres de labores básicas que permitan crear bolsas de empleo para las empresas

Mesa de redacción: Retos de la Joyería Cordobesa.

A.J. González

Noelia Santos

Noelia Santos

El gran reto que tiene por delante la joyería cordobesa es buscar relevo generacional que siga manteniendo vivo un sector de vital importancia económica y social para Córdoba. Así se puso ayer de manifiesto en la mesa de redacción organizada por Diario CÓRDOBA bajo el título Radiografía de la joyería en Córdoba: claves y retos, en la que participaron la presidenta de la asociación de joyeros San Eloy, Milagrosa Gómez, el presidente del Parque Joyero, Rafael Ruiz, la delegada de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Córdoba, María Dolores Gálvez, y la presidenta del Instituto de Desarrollo Económico (Imdeec) y primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Córdoba, Blanca Torrent.

Como indicó Rafael Ruiz, el «gran reto» del sector ahora mismo, una vez pasada la crisis del covid-19, es «el reemplazo generacional» porque sin él, advirtió, «estamos abocados a no continuar». Ese relevo, coincidieron todos los asistentes, se basa en una formación dual que vaya más allá de la Escuela de Joyería. «Es más fácil que un chico en Córdoba sea mecánico de automóvil que joyero», indicó el presidente del Parque Joyero, que aseguró que en la joyería «estamos peleándonos por conseguir un contrato de formación como tienen todos los sectores». Entiende Ruiz que puede haber institutos que impartan este tipo de formación en Valencia o Madrid, pero no que Córdoba, cuya Escuela de Joyería es Centro de Referencia Nacional, no cuente con estos itinerarios. Tener estos recursos educativos y formativos, añadió, «debe ser una demanda de la ciudad, no del sector».

En la misma línea se pronunció Milagrosa Gómez, que reconoció la base que da la Escuela de Joyería y como se llegó a plantear, incluso, un grado universitario a la UCO. Sin embargo, más allá de esto, entiende la presidenta de la asociación San Eloy que igual que «la formación dual es una fórmula muy acertada en otras actividades, en la nuestra sería idónea».

Por su parte, la delegada de Empleo reconoció que la administración autonómica está «limitada» por la normativa nacional porque «la FP para el empleo se regular por una ley básica estatal que no permite implantarlo como formación dual». Sin embargo, adelantó que ya se está trabajando desde la Junta en un programa experimental, con fórmula similar a la formación dual, pero con encaje normativo. Otro de los aspectos que destacó Gálvez fue las subvenciones puestas en marcha por el Gobierno autonómico para realizar cursos con compromiso de contratación para las empresas y que esas empresas puedan formar a la carta o los contratos de formación en alternancia que den respuesta a las necesidades del sector.

Participantes en la mesa de redacción, en el hotel Eurostars Palace.

Participantes en la mesa de redacción, en el hotel Eurostars Palace. / A. J. GONZÁLEZ

Ese trabajo que se hace desde la administración también lo resaltó Blanca Torrent, quien avanzó que desde el Imdeec se está trabajando con la Consejería de Empleo para poder definir convocatorias específicas de formación con talleres básicos de forma que se creen bolsas de empleo de las que puedan tirar las empresas.

La escuela y los perfiles

En cuanto a los perfiles que demandan ahora las empresas de joyería, hacen falta trabajadores de las labores más artesanales. Como indicó la delegada de Empleo, la Escuela de Joyería «goza de buena salud» y el curso 2022-2023 lo cerrará con 200 estudiantes formados. En cualquier caso, Gálvez sí incidió en que «hay que formar en nuevas tecnologías, marketing o diseño, pero no podemos olvidarnos de los trabajos más manuales». 

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En un mundo que, desde el punto de vista tecnológico, avanza a pasos agigantados, sectores tradicionales como la joyería no tienen otra que reinventarse y adaptarse, pero ojo, sin perder la esencia. Como indicó Milagrosa Gómez durante la mesa de redacción, «con cada nueva máquina que trae siempre viene una persona al lado» lo que quiere decir que «los principios artesanales» que rigen en el sector no deben perderse. Y no lo han hecho a lo largo de los años porque como explicó la presidenta de la asociación San Eloy, «lo que hacemos es que esa parte artesanal la enganchamos a la tecnología para que la pieza sea competitiva».

Sobre el mismo tema, Rafael Ruiz recordó que «no hay ninguna máquina que te haga la pieza», lo que sitúa a la joyería como un «trabajo en equipo». Una pieza pasa por varias personas como el pulidor, el estampador o el sacador de fuego, «la tecnología se puede aplicar para que esas tareas se hagan más rápido, pero la mano del hombre es insustituible», indicó. Como ejemplo, presidente del Parque Joyero indicó que una empresa de joyería sigue necesitando a día de hoy pulidores, pese a todas las máquinas que puedan inventarse, aunque sí es cierto que donde antes hacían falta diez personas, a lo mejor ahora hay dos.

Por su parte, la presidenta del Imdeec entiende la tecnología como un proceso más que ayuda al artesano a hacer su trabajo, mientras que la delegada de Empleo considera que «dentro de los procesos de la joyería los hay artesanales, pero no todos tienen que serlo» y añadió que la clave está en que «hay que trabajar en que la artesanía se reconozca y se pague su valor».