Cultura solo autoriza un puñado de placas en Capitulares cuando el Ayuntamiento quería instalar más de 200

La Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía apenas ha autorizado un puñado de placas solares a instalar en el edificio de Capitulares, sede del Ayuntamiento de Córdoba, cuando el objetivo del Consistorio era poner más de 200. El informe de la comisión, adelantado por Abc y al que ha tenido acceso este periódico, informa de forma favorable al proyecto de rehabilitación energética que presentó el Ayuntamiento, pero con unos matices que tumban de facto la instalación de paneles solares en varias de las cubiertas del edificio municipal.

El asunto trae cola porque la sede del Ayuntamiento se localiza en el casco histórico, protegido patrimonialmente. Los vecinos de la zona llevan años reclamando la posibilidad de instalar placas solares en sus casas para poder reducir la factura energética, pero el Plan Especial del Casco Histórico lo impide como método de protección visual de la zona declarada patrimonio mundial. Urbanismo ya ha dado pasos para permitir la instalación, pero, de momento, estos elementos solo podrían colocarse en edificios situados en lo que se conoce como zona de ordenanza renovada, lo que alcanzaría a unos 500 inmuebles.

Por eso, tras conocerse la intención del Ayuntamiento de poner más de 200 placas solares en Capitulares, las críticas no fueron pocas. No se puede olvidar que, además de encontrarse en una zona protegida, el Ayuntamiento está rodeado por elementos con un altísimo carácter patrimonial, como son el Templo Romano, la iglesia de San Pablo o la sede de la Delegación de Cultura.

Cultura da luz verde a la instalación de placas solares en el edificio del Ayuntamiento de Córdoba

Lo que dice el informe

El informe de la Comisión de Patrimonio repasa los cuatro lotes en los que se divide el proyecto de rehabilitación de Capitulares que son mejora de cerramientos, la propia instalación de placas, la sustitución de los sistemas de climatización y el cambio de iluminación a led. Para esta última parte, la relativa a la iluminación, Cultura no pone pegas, mientras que para cerramientos y climatización se indica que deben provocar el menor impacto posible en el entorno.

El problema viene con el lote número dos, es decir, con las placas solares. Cultura expone que "las actuaciones del lote 2 son las que provocan un mayor impacto visual en el entorno, al tratarse de un total de 208 paneles solares que ocuparían una superficie aproximada de 700 metros cuadrados en la cubierta". Se hace referencia en este punto a que los informes que se emiten en torno a esta misma casuística siempre siguen criterios de protección de los entornos y de los propios edificios.

Dice Cultura que poner paneles solares en edificios del casco supondría "ocultar los sistemas y acabados tradicionales de las cubiertas del Conjunto Histórico de Córdoba" con materiales que provocarían "una importante contaminación visual que debe valorarse no sólo desde el espacio público adyacente, sino también desde otros edificios o espacios elevados y en las vistas generales del conjunto".

Lo que sí autoriza

Teniendo en cuenta estos parámetros, la comisión decide autorizar apenas unas pocas placas de las más de 200 que pretendía el Ayuntamiento. El proyecto divide las cubiertas de Capitulares en tres zonas. En dos de ellas se rechaza por completo la instalación, permitiéndola solo en el 10% del espacio de una de las zonas. Si bien la propia Junta había remitido un comunicado asegurando del informe favorable de la comisión, no se informó detalladamente de cómo se reducía el número de paneles a instalar.

El Ayuntamiento lo esperaba

Preguntado por este asunto, el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha reconocido que se esperaban la posición de la Comisión de Patrimonio. Lo que toca ahora, ha dicho, es reformular el proyecto inicial, algo de lo que se tendrán que hacer cargo la Delegación de Infraestructuras. "Las placas irán donde deban ir", ha incidido Fuentes, que ha recordado que el Ayuntamiento se localiza sobre zona de ordenanza renovada, pero muy cerca de monumentos catalogados, como es el Templo Romano.