REACCIONES A LA APROBACIÓN DE LA LEY EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

TT Córdoba aplaude la ley trans y denuncia el daño causado a las familias

La presidenta de la asociación critica las manifestaciones de varios representantes políticos / El doctor José Luis Castillo destaca los efectos positivos de la despatologización

Imagen de archivo de un usuario de TT Córdoba sujetando en alto la bandera trans.

Imagen de archivo de un usuario de TT Córdoba sujetando en alto la bandera trans. / AJGONZALEZ

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La asociación Todes Transformando (TT Córdoba) ha aplaudido la aprobación definitiva de la Ley Trans y LGTBI que este jueves recibió el respaldo mayoritario del Congreso de los Diputados, aunque lamentó el «daño gratuito» que se ha causado durante su tramitación y desde ciertos poderes a las personas trans y a sus familias. Según la asociación, la ley da respuesta a buena parte de las demandas que el colectivo venía reclamando desde que se creó hace siete años, al reconocer el derecho de autodeterminación de los chiques y las personas adultas trans, y garantizar además «la igualdad de derechos, deberes y oportunidades del colectivo con el resto de la ciudadanía». 

Aunque echan en falta el reconocimiento de las identidades no binarias, reconocen «el importante paso adelante que supone la norma» recién aprobada, que ha sido posible -apuntan- «gracias a la mayoría progresista del Congreso de los Diputados» y a las fuerzas más comprometidas con las personas trans, «entre quienes destacamos a la ministra de Igualdad, Irene Montero». TT Córdoba recalca que «asumir la estrategia del odio a las personas trans promovida por algunos partidos y grupos de poder no hace más fuerte a la sociedad sino que la debilita», al tiempo que señalan que «afirmar con rotundidad que la transexualidad es una moda, fruto del deseo caprichoso de jóvenes inmaduros, supone un insulto y un desprecio a su dignidad». Consideran que las familias han sido tratadas injustamente al mostrarlas «como si estuviéramos locas de contentas por tener un hijo o una hija trans» cuando «jamás han intentado comprender la inseguridad, las dudas y los miedos a los que nos enfrentamos antes de reconocer, aceptar e intentar proteger a nuestros hijos como hace cualquier familia».

La presidenta de la asociación, Carmen Ceballos, rechazó enérgicamente las manifestaciones emitidas en sede pública por los diputados Carlos García Adanero de UPN, María de la Cabeza Ruiz Solás de Vox y Jaime Miguel de los Santos González, senador del PP, «que durante el debate parlamentario de la ley expresaron en voz alta auténticas barbaridades como la realización de operaciones y tratamientos hormonales a niños». Ceballos criticó además la postura de personas reconocidas por su apoyo a los postulados feministas como Carmen Calvo, «que no solo no nos ha apoyado sino que se ha negado a conocer la realidad de las familias y los menores trans cuando la hemos invitado a hacerlo en Córdoba».

En la misma línea, el doctor José Luis Castillo, médico especializado en el ámbito educativo y en la realidad de las personas trans, destacaba el efecto positivo que tendrá la despatologización de la transexualidad. «Va a dar mucha tranquilidad tanto a ellos como a sus familias el hecho de que no sea necesario que un médico certifique que hay disforia de género y no enfermedad mental», señaló, «de hecho es posible que acabe con los cuadros de ansiedad, depresión, angustia y tristeza que habitualmente genera a estas personas el estigma social».

Castillo coincide con Ceballos en que hay falsos mitos asociados a la transexualidad en los que se ha insistido durante la tramitación de la ley que han causado mucho daño como «decir que la transexualidad es un capricho o una moda y afirmar que se hormona alegremente a los menores o jóvenes, cuando cualquier tratamiento de ese tipo tiene todo un protocolo sanitario de analíticas y pruebas previo y los tratamientos cuentan con los controles necesarios de la Agencia Española del Medicamento». También destaca el especialista que el hecho de que la ley no ponga como condición dos años de hormonación para el cambio de registro, permitirá a muchos jóvenes decidir con más tranquilidad si quieren dar ese paso o no. Como profesional, considera que establecer los 16 años como edad para cambiar la identidad de género en el registro sin permiso de los padres es adecuado «ya que es la edad en la que se considera a una persona mayor de edad para otras decisiones que afectan a la salud».