ENTREVISTA | Sara Constenla Médica de Urgencias, referente en violencia de género del Reina Sofía

«La violencia de género es un problema de salud pública»

"Compruebas que los asesinatos son solo la punta del iceberg cuando recibes formación", asegura

La médica de Urgencias Sara Constenla Ramos, en la puerta del servicio del hospital Reina Sofía.

La médica de Urgencias Sara Constenla Ramos, en la puerta del servicio del hospital Reina Sofía. / ÓSCAR BARRIONUEVO

M.J. Raya

M.J. Raya

La médica del servicio de Urgencias del hospital Reina Sofía Sara Constenla Ramos es la referente de este centro en violencia de género y forma parte de la comisión que existe también en el hospital.

El Reina Sofía cuenta con la certificación de centro comprometido con la violencia de género. ¿Qué implica este distintivo?

El hospital Reina Sofía cuenta con una comisión en violencia de género formada por profesionales de diferentes especialidades. El certificado implica que hay muchos requisitos que hay que cumplir para demostrar que el centro está comprometido contra la violencia de género. Fue un proceso laborioso, aunque rentable, porque fuimos conscientes de nuestros puntos fuertes, pero también de posibles mejoras.

¿Suelen ser las urgencias y las consultas de Ginecología los principales puntos de detección de casos de violencia de género?

Sí, suelen ser estos dos puntos, aunque también hay otros ámbitos asistenciales, como Pediatría.

¿Con qué protocolo se cuenta en el hospital Reina Sofía para la violencia de género?

Cada unidad (Urgencias, Pediatría, Ginecología) cuenta con un protocolo y luego hay uno general en el hospital, por si se pudiera detectar un caso en la planta de hospitalización o en las consultas externas. En Ginecología y Urgencias existe una consulta de cuidados especiales, que no es la típica consulta con un sillón y una mesa, sino que se trata de un espacio asistencial más cálido y acogedor, cerca del control de Enfermería, para garantizar la continuidad de cuidados y en la que se cuenta con personal sensibilizado.

¿Los casos de violencia de género que llegan al hospital se están incrementado? Tras lo peor de la pandemia, habían subido en Urgencias un 62% en 2021.

Más o menos se están contabilizando los mismos con respecto al año anterior, aunque lo que aquí detectamos no es todo lo que hay. Pues a lo mejor lo que en el hospital se conoce es la consecuencia de un caso claro de momento explosivo de una mujer que se presenta en urgencias con miedo, porque llega a un punto que se siente más fuerte como para pedir ayuda, aunque inicialmente a lo mejor haya acudido al hospital por otros motivos distintos. Lo que sí no está habiendo es un descenso de casos, lo que no quiere decir que haya más incidencia, sino que a lo mejor estamos más formados para reconocer estas situaciones. En 2021 a lo mejor subió más con respecto a 2020 por la pandemia. La comisión incide en que hay que tener al personal sensibilizado en violencia de género para que adopte la perspectiva de género trabajando, sepa leer entre líneas y apreciar la realidad que pueda ocultar una víctima.

¿La violencia de género que se detecta en el hospital afecta más a mujeres mayores o jóvenes?

No hay un perfil concreto en violencia de género. El único factor de riesgo es tener una relación con un hombre machista y maltratador y que vive en el patriarcado de que la mujer es inferior a él. Quizás las que vienen a urgencias en esa fase de explosión no suelen ser mayores. A esas edades se suele detectar más en atención primaria, ámbito en el que hay una relación mayor con la mujer.

¿La comisión del hospital colabora con asociaciones de mujeres o entidades como el Instituto Andaluz de la Mujer u otras?

Sí. Tenemos vocalías de trabajo social comunitario. Nos reunimos con muchísimas asociaciones de Córdoba que trabajan con mujeres en situación de vulnerabilidad y nos ofrecemos para visibilizar el trabajo. Contamos con profesionales como la enfermera y experta en salud sexual del hospital, Carmen Jurado, que ha ofrecido decenas de charlas a asociaciones que han pedido información.

¿Sigue habiendo mucho miedo por parte de las víctimas a contar lo que les pasa?

En un primer momento no suelen ser reticentes a que las derives a los equipos de la mujer de atención primaria. Sí hay más negativas cuando saben que vas a emitir un parte al juzgado. Pero, según la ley, si hay un riesgo real hay que enviar el parte. No es que queramos imponer algo, pero hay que explicarles que es nuestra obligación, aunque no queramos causarles ningún daño a ellas.

Cuando se atiende a una posible víctima de violencia de género en el hospital, ¿se realiza después seguimiento de su atención en primaria o a otro nivel?

Se ha mejorado mucho en ese aspecto para que la actuación de urgencias no quede sin terminar. Tenemos protocolos de actuación con atención primaria para cerrar el círculo. Cuando una víctima es asistida en el hospital antes de que se vaya se hace una derivación a la unidad de Trabajo Social, que contacta a su vez con atención primaria para poner en su conocimiento que una paciente ha estado en urgencias y que ha sufrido un posible caso de violencia de género, para que desde atención primaria se puedan tomar medidas para hacer un seguimiento más estrecho, porque ha habido un momento de mayor escalada de la violencia. Por otro lado, contamos también con equipos de la mujer en el centro de salud de Huerta de la Reina, con dos enfermeras, un psicólogo y una trabajadora social. El equipo acompaña a la mujer y la va citando para que visibilice el problema que tiene. Cuando se la ayuda a visibilizarlo, se la pone en el camino y si ya están en el camino se le puede ayudar a coger el buen camino.

¿Están cada vez los profesionales sanitarios más comprometidos con prestar su grano de arena parar eliminar esta lacra?

Nos queda mucho trabajo por conseguir porque trabajan muchos profesionales en la sanidad y la formación debe abarcar a todas las categorías y jefaturas profesionales. Cuando recibes una formación compruebas que los asesinatos de mujeres solo son la punta del iceberg y que hay mucho más debajo. Una vez que el personal sanitario conoce las consecuencias para la salud de la violencia de género, está en el camino de mejorar la vida de muchas mujeres.

¿El Reina Sofía cuenta con una consulta específica para la atención de agresiones sexuales?

Sí, hay una consulta a cargo de una especialista en Ginecología, que ha atendido a más de 30 mujeres por agresiones sexuales. Es un problema también muy serio, causado a veces por una persona desconocida o por alguien del entorno familiar, de amistad o en un contexto de ocio. En estos casos, la víctima a veces duda si consulta o no, porque sufre culpa de haber facilitado que eso pase. Hasta que asumen el hecho y llegan al hospital, puede haber pasado hasta un día, a lo mejor se han duchado y eso hace más compleja la toma de muestras. A las víctimas se las atiende cada vez de forma mejor, porque se llama a medicina forense y se les hace una exploración conjunta, de forma segura e íntima. También hay una consulta de seguimiento y se emite un parte al juzgado.

¿La polémica que rodea a la ley del ‘sí es sí’ cree que puede estar influyendo de algún modo en las víctimas?

Las mujeres no pueden pensar que no tienen derechos. El 25 de noviembre y todo el año se trabaja mucho para concienciar acerca de que la violencia de género es un problema de salud pública, no solo una lacra social y, por eso, los profesionales sanitarios tienen que estar preparados y formados. Desde 1996 la OMS considera la violencia de género como un problema de salud pública, porque tiene una prevalencia alta y un elevado impacto físico, psicológico y sexual. En todos los centros sanitarios tenemos que estar alerta para que ninguna víctima se vaya sin diagnosticar. A través de la unidad de Trabajo Social y de los equipos de la mujer sabemos que las mujeres pueden tratar de salir de la violencia de género, por eso hay que seguir trabajando.

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