Hace 25 años, la banda terrorista ETA asesinaba en Córdoba al sargento granadino Miguel Ángel Ayllón Díaz-González cuando esperaba en la avenida Carlos III el autobús militar que debía trasladarle a la base de Cerro Muriano. Eran las 7.30 horas cuando una bomba escondida en un contenedor de basura acababa con su vida y provocaba heridas a otras cuatro personas: el matrimonio formado por Manuel Espino Madueño, de 53 años, que resultó con lesiones graves, y Antonia Lara Andreu, de 52; y otros dos militares, el capitán Antonio Duque Lozano y el alférez Antonio Granados Bermejo.
El atentado pudo provocar una masacre, pues al lado había dos coches estacionados que ETA había dejado con 380 kilos de amosal. La Policía Nacional acordonó la zona e inició las investigaciones, pero hasta once horas después no descubrió los dos vehículos con matrículas falsas y que los terroristas habían colocado estratégicamente para hacerlos estallar al paso del autobús militar. Solo el falló en el detonador del explosivo evitó que explotaran los dos vehículos, que podría haber reducido a cenizas el bloque número 11 de la avenida.
Como informaba entonces Diario CÓRDOBA, el primero de los vehículos, un Volkswagen Polo con la matrícula falsa M-3369-KX, portaba en su maletero dos cajas con explosivos y una tercera bajo el asiento del conductor. Su explosión controlada causó ocho heridos y provocó numerosas escenas de pánico por el barrio. A últimas horas del día, los artificieros reventaron un Ford Orion con matrícula CO-3062-P.
ETA intentó dos meses después provocar más daño en Córdoba. Así, solo 78 días del asesinato del sargento Ayllón, la Policía Nacional tuvo que desalojar el parador de La Arruzafa el 6 de agosto después de que tres llamadas alertaran a las 1.30 de la madrugada al diario Egin, a Cruz Roja y al propio parador de que ETA había colocado una bomba. Los agentes encontraron una mochila que había sido abandonada junto a un monolito de Abderramán I y que contenía aproximadamente 400 gramos de amonal. La Policía logró explosionar la mochila de forma controlada una hora y media después de haberla encontrado, ya en el exterior del establecimiento hotelero.
La Audiencia Nacional condenó en diciembre del 2007 a un total de 343 años y cuatro meses de cárcel al histórico etarra José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, por su participación en el atentado perpetrado por ETA en Córdoba en 1996 contra un autobús de militares en el que falleció el sargento Miguel Angel Ayllón. Los integrantes del comando Andalucía Asier Ormazabal, Maite Pedrosa y Mikel Azurmendi siguieron instrucciones de Kantauri -quien ejercía como dirigente de ETA- para atentar contra militares de Cerro Muriano. Asier Ormazabal accionó el mando a distancia que activó los explosivos.
