Si hubiera que poner una nota al primer turno de paseo de este primer sábado del inicio de la desescalada por el coronavirus, lo más justo quizás sería dar el aprobado general, teniendo en cuenta que esto supone que ha habido gente con nota muy alta y otra que ha suspendido por no alcanzar el nivel de civismo deseable. Entre las seis y las diez de la mañana, la actividad deportiva y las caminatas de los adultos cumplieron en líneas generales las normas de seguridad establecidas, como el respeto a la distancia de dos metros de seguridad o las edades fijadas para hacer uso de este tramo horario, según confirmaron agentes de la policía local consultados a pie de calle, encargados de controlar el tránsito peatonal y controlar los flujos de personas.

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El Vial Norte ha sido una de las zonas más transitadas por la mañana, con la presencia de gran número de runners y paseantes, muchos de ellos en pareja, que desarrollaron la actividad deportiva con normalidad, atentos a las instrucciones de las Fuerzas de Seguridad. El uso de mascarillas no fue generalizado, algo perfectamente admisible, ya que de momento es opcional, y tampoco está previsto que los deportistas hagan uso obligatorio de ellas.

En el Circuito del Parque Cruz Conde, vigilado por agentes de la Policía Local, el sondeo realizado entre distintos usuarios señala que "ha estado más concurrido que de costumbre" y aunque había más personas que un día normal, la gente ha guardado en general la distancia de seguridad y no ha habido grupos. Cabe recordar que, en ocasiones, las imágenes realizadas con teleobjetivo, pueden llevar a una impresión equivocada, ya que comprimen las distancias.

"Los corredores tienen que guardar la distancia de seguridad"

La estampa, pese a todo, no es unánime. Algunos corredores habituales, que esta mañana retomaron el pulso a su afición realizando una subida a las Ermitas, reportaron a este periódico importantes incumplimientos en esta subida, "tanto en distancias de seguridad nula, gente que ha quedado, grupos de ciclistas, de senderistas, también personas mayores y gente no habitual", algo que confían en que se deba a la "euforia de los primeros días y que remita a lo largo de la semana". También han denunciado a este periódico ciudadanos de a pie la invasión de la distancia de seguridad observada por parte de algunos runners sobre los peatones, algo que suscita una gran inseguridad, ya que está expresamente recomendado que los que salen a correr aumente las distancias al menos a tres metros. "He salido a pasear temprano por la zona del Puente Romano, Mezquita y Ribera y era una feria, me he sentido acorralada en una especie de ratonera", asegura Sara, que ha insistido en que "los corredores tienen que guardar las distancias". En su caso, no ha sido así: "ha habido alguno que me ha rozado el brazo al pasar y otro que me ha increpado cuando le he llamado a alejarse". Más de uno ha aprovechado para alargar su horario más de la cuenta y pasadas las diez de la mañana, se veían por las calles gente haciendo footing y paseantes de vuelta (se supone) a casa.

Lo que resulta inquietante a veces en estos largos paseos por Córdoba es el hecho de que todos los bares estén cerrados. Y es que estas caminatas incitan siempre a tomar el cafelito o la cerveza de turno, algo que apetece automáticamente a partir de cierta hora y que no será posible de momento. Sin bares abiertos, en caso de producirse alguna emergencia que requiera visitar el aseo, las opciones son muy limitadas. Igual habría que poner algunos aseos portátiles en vía pública, aunque eso requeriría mantener personal de limpieza tras cada uso. En esta coyuntura, cada solución a un problema genera otro problema.

Con una temperatura ideal para el deporte a primera hora y la previsión de que alcanzaremos los 35 grados, a las diez de la mañana el relevo fue algo irregular, ya que al tiempo que empezaban a salir a la calle los mayores de 70 y las personas dependientes, se iniciaban las salidas para realizar compras en tiendas y supermercados, abiertos desde las diez de la mañana, mientras los más avispados cambiaban sus zapatillas de deporte por la correa del perro para tener turno doble de paseo. Algunos mayores decidieron no salir, incapaces tras mes y medio de encierro de lidiar con las altas temperaturas o temerosos de que los primeros días sean aún un poco caóticos. De diez a doce, se recomienda tener especial cuidado en el cumplimiento de las normas, ya que hasta las doce tendrá derecho a estar en la vía pública la población de mayor riesgo. La prudencia será, pues, la mejor receta.