El presidente de la Cámara aludió a la difícil situación que atraviesa la institución tras el "golpe" del Gobierno de Rodríguez Zapatero (que eliminó la cuota cameral obligatoria) y la "miopía" del actual Ejecutivo, al que pidió agilidad en la nueva regulación legal, pues "las cámaras se irán extinguiendo si no reciben medios para cubrir sus funciones". Pese a esta caída de recursos, subrayó que "la Cámara de Córdoba está viva", puso el ejemplo de los 600 empresarios que se han adscrito voluntariamente a la institución y el "esfuerzo de los trabajadores de esta casa" por sacar adelante la entidad y hacer que se cumpla su objetivo "al servicio de las empresas cordobesas", a las que en el caso del Foro del Empleo se facilitan de manera económica los contactos para cubrir sus vacantes. "Mi obligación es quemar todos los cartuchos para influir al máximo en la sociedad", dijo.