El Ayuntamiento de Córdoba inició ayer una campaña en la que los agentes de la Policía de Barrio van a intensificar el control sobre los excrementos caninos en los jardines públicos, zonas peatonales y vías públicas, campaña que se mantendrán durante todo el año. El concejal de Seguridad y Tráfico, José Joaquín Cuadra (IU), explicó que, a diferencia de otras actuaciones similares que se han desarrollado con anterioridad, en esta ocasión será toda la Policía de Barrio la que estará al tanto de esta labor como una orden de servicio más.

En otras campañas emprendidas por Sadeco se ha contado con escasos efectivos policiales que junto a un inspector de la misma se han hecho cargo de la vigilancia, algo que "hacía complicado coger a los dueños justamente cuando dejaban en la vía pública los excrementos de sus mascotas", indicó Cuadra.

Sin embargo, a partir de ahora será una parte más del trabajo de los agentes de barrio, que podrán poner multas que van desde los 150 a los 300 euros por infracciones como defecaciones en la calle o la ausencia de microchip en el animal.