El Córdoba CF, víctima de errores ajenos y propios en San Fernando

Muchas lecturas y aprendizajes debe tomar el Córdoba CF de su derrota en el Iberoamericano, ante el San Fernando (3-1), este domingo. Y muy mal le iría si centra todo el libro que tiene que leer y memorizar en Sánchez Villalobos, colegiado del encuentro. Cierto que el almeriense fue determinante en un penalti no señalado sobre Casas y en la expulsión de Kike Márquez en el minuto 34. Determinante porque la expulsión es discutible y no vale ese “no hizo nada” que algunos intentaron adjudicar al capitán del Córdoba CF, que dejó la plancha ante Dani Molina –cierto es que con el ‘pie blando’-, dando así la oportunidad al trencilla a mostrarle esa roja.

El árbitro... y algo más

Pero nada tuvo que ver Sánchez Villalobos en los dos goles recibidos por el equipo de Iván Ania, que mucho tiene que trabajar en el balón parado defensivo de su equipo. Ya se apuntó en el estreno liguero ante el Ibiza de esa fragilidad en la estrategia defensiva y de nuevo se confirmó ante un San Fernando que llevaba cinco meses sin anotar un gol ante su parroquia. Los dos goles, calcados, no son de recibo en un Córdoba CF que se autodefine como aspirante a puestos de privilegio en la Liga. Y, por lo tanto, mucho que aprender, como señalamos.

Sí que algún capítulo del libro estará dedicado al arbitraje, que lo sufren todos los equipos –o casi todos-, pero pocos conjuntos reciben dos goles de cabeza, tras sendos golpes francos, en acciones casi calcadas, en el mismo encuentro. Y eso sí que tiene remedio. Con trabajo. La segunda mitad fue una oda a la incapacidad blanquiverde: mucho balón, pero ¿para qué? Esa y otras preguntas ha de hacerse el Córdoba CF en las próximas jornadas.

Inicio con confianza

Llegó el Córdoba CF al Iberoamericano con la confianza que da el triunfo en el Enrique Roca una semana antes y con un solo cambio, obligado, en la portería, con la entrada en el once inicial de Lluis Tarrés por el sancionado Carlos Marín. Enfrente, un equipo con cierta tensión tras las dos derrotas en las dos primeras jornadas y con la necesidad, por lo tanto, de puntuar sin importar la forma.

El Córdoba CF transmitió mejores sensaciones que el San Fernando a lo largo de los primeros 45 minutos, aunque dentro de un partido, en líneas generales, bastante plano. Los blanquiverdes se activaron bastante bien por la banda derecha, en donde Christian Carracedo parecía recordar por momentos al extremo derecho que inició la Liga hace un año. Una gran jugada suya, con caño y centro medido al área pequeña, no acabó en gol porque Simo Bouzaidi remató al aire de forma incomprensible, cuando lo más fácil era empujarla a la red (min. 9). Siete minutos después, de nuevo Carracedo mandaba un centro tenso al área pequeña en donde Antonio Casas no lograba orientar el remate hacia los tres palos. Y seis minutos después, el delantero rambleño reclamaba penalti por agarrón de Carlos Blanco dentro del área cuando se disponía a disparar sobre la portería defendida por Fuoli, que poco después despejaba de puños un buen centro, de nuevo, de Carracedo.

Ya con el penalti no señalado a favor, el Córdoba CF andaba con la mosca detrás de la oreja con el paisano de Héctor Berenguel, técnico azulino. Pero diez minutos después el mosqueó pasó a enfado con la expulsión de Kike Márquez por dejar el pie en un balón aéreo dividido con Dani Molina (min. 34). La falta de contundencia que mostró Sánchez Villalobos en el penalti no pitado a Casas, pasó a un exceso de esta, aparentemente, en la falta del capitán del Córdoba CF.

Momento fatídico

Ese momento resultó doblemente catastrófico para los blanquiverdes, ya que el golpe franco lo botó el propio Dani Molina y, ante la falta de contundencia de la defensa cordobesista, Selma cabeceó a las redes de Lluis Tarrés.

Intentó el Córdoba CF reaccionar en la fase final del primer acto y un cabezazo de Gudelj dentro del área azulina no era rematado por Diarra por apenas centímetros. Poco después, y al filo del descanso, de nuevo Diarra culminaba una buena jugada blanquiverde que era abortada dentro del área rival por la defensa azulina.

En todo caso, y a pesar de Sánchez Villalobos, el Córdoba CF era el único de los dos contendientes que transmitía buenas sensaciones en lo que a juego se refiere o, al menos, en cuanto a intenciones de jugar al fútbol.

Un quiero y no puedo

La segunda mitad fue un quiero y no puedo del Córdoba CF. Tras una llegada algo inocente por parte de los blanquiverdes, con acercamientos con Simo y Diarra, el San Fernando le repitió la misma agresión de la primera mitad. Golpe franco tras una falta de Gudelj que botó Dani Molina para que Dani Aquino, girando muy bien el cuello, cabeceara a la escuadra de Lluis Tarrés. Héctor Berenguel lo vio claro y dio entrada a Nahuel Arroyo y Ángel Sánchez para buscar mayor velocidad, ya que se encontraba cómodo dándole el balón al Córdoba CF e intentando salir al contragolpe.

Por su parte, Iván Ania dio entrada al terreno de juego a Adilson y a Isma Ruiz, aunque su equipo seguía adoleciendo de verticalidad y, sobre todo, de veneno en los últimos metros. Parecía encontrarse cómodo con el balón, aunque no conseguía terminar ninguna jugada con cierta claridad o peligro para Diego Fuoli, que mientras que en los primeros 20 minutos de partido tuvo que intervenir en alguna ocasión, en la hora larga restante apenas se le vio.

La puntilla a quince del fin

Y de tanto intentarlo a la contra, el San Fernando selló la goleada a menos de 15 minutos del final, cuando Ángel Sánchez avanzó por el campo como una centella para cruzar el balón con su disparo sobre la portería blanquiverde y cerrar el marcador con un 3-0.

Kuki Zalazar, a diez del final, forzó un saque de esquina tras una buena acción individual, mientras que el San Fernando respondía con una rápida transición que culminaba Dani Aquino con un disparo cruzado desde la frontal del área que se marchaba por muy poco. La fiesta en la grada azulina era completa, sobre todo teniendo en cuenta la tensión con la que se había llegado al encuentro y cómo se había desarrollado éste.

Kuki Zalazar, casi en el tiempo añadido y de acción individual, logró maquillar algo el marcador para un Córdoba CF al que aún le quedan mucho aprendizaje en este arranque liguero. Y ha de hacerlo rápido. Se lo dejó más que claro Biabiany, cabeceando en el min. 93 una nueva falta en contra del arco blanquiverde y cantándose el gol en la grada.

Ficha técnica

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