ACTUALIDAD BLANQUIVERDE

Infinity releva a casi todos en el Córdoba CF

Seis de las ocho caras que identificaban el proyecto en diciembre del 2019 ya no están en El Arcángel

Paradójicamente, sólo sobreviven Juanito y David Ortega, únicos responsables de fútbol que llegaron hace tres años y medio, junto a Miguel Valenzuela

Sólo quedan dos. Juanito y David Ortega aún se mantienen en el Córdoba CF del equipo original de Infinity en la entidad blanquiverde, en diciembre del 2019.

Sólo quedan dos. Juanito y David Ortega aún se mantienen en el Córdoba CF del equipo original de Infinity en la entidad blanquiverde, en diciembre del 2019. / CHENCHO MARTÍNEZ

Ignacio Luque

Ignacio Luque

La novedosa y polémica operación por la que Infinity adquirió la Unidad Productiva del Córdoba CF SAD, en diciembre del 2019 parece vivir su versión 2.0 con la llegada de Antonio Fernández Monterrubio, un consejero delegado que parece ser la cabeza de puente a otro desembarco de diversas personas y nueva estructura en los próximos meses con los que el fondo bareiní pretende renovar su proyecto en la entidad blanquiverde y en Córdoba.

Críticas veladas

Desde que Javier González Calvo anunció a mediados del pasado mes de mayo su salida del Córdoba CF, propiciada por los inversores del país del Golfo Pérsico para emprender «otra línea de negocio» en la entidad blanquiverde, los movimientos han ido sumándose, uno tras otro. Era obvio que la salida del extremeño no era pactada, y éste mostraba veladamente su incomprensión cuando intentó justificar aquel 15 de mayo que el Córdoba CF «es deficitario en esta categoría porque es muy grande y tiene mucho personal y unas estructuras complicadas», por lo argumentaba su relevo en que los inversores «entienden que necesitan otra persona que pueda reducir ese déficit».

Javier González Calvo y Adrián Fernández Romero. Ninguno está ya en el Córdoba CF.

Javier González Calvo y Adrián Fernández Romero. Ninguno está ya en el Córdoba CF. / MANUEL MURILLO

Con González Calvo se marchaba la cabeza visible de la primera versión de proyecto de Infinity en Córdoba y en el Córdoba CF. Él fue quien se encargó de representar la cara visible en los meses más convulsos de una operación que generó no sólo un profundo debate jurídico, sino también una modificación del reglamento de la RFEF para que no se volviera a repetir en ningún otro club del país. De hecho, los coletazos jurídicos de esa compraventa de la Unidad Productiva se prolongarán a lo largo del próximo lustro, al menos, de forma directa o indirecta.

Javier González Calvo, entonces, presentó en El Arcángel a todo el grupo que desembarcaba en el Córdoba CF para gestionar esa nueva etapa en la entidad blanquiverde, ahora soportada por una nueva SAD: Unión Futbolística Cordobesa. Adrián Fernández Romero, hombre con una directa relación con el fútbol a través del Real Betis y el sustancial cupo de participaciones que posee la familia Romero Álvarez (1,1%), fue el encargado de dar cuerpo al apartado más importante del nuevo Córdoba CF: el futbolístico. Con él llegaron Miguel Valenzuela, Juan Gutiérrez Juanito y David Ortega. El primero, como asesor deportivo del nuevo consejo de administración, el segundo, como director deportivo, y el tercero, como responsable de la cantera blanquiverde. Por su parte, Javier González Calvo intentó conectar al «nuevo Córdoba CF» con la ciudad y para ello creó un consejo asesor, una especie de grupo de consejeros cordobeses en la sombra, para que la ciudad identificara el nuevo proyecto con la tierra. Jesús Coca, Antonio Palacios y Miguel Gómez fueron los encargados de intentar que tanto la ciudad como la afición, así como las instituciones, percibieran que «había algo» local o cercano en esa nueva entidad blanquiverde.

Los fracasos hacen mella

Sin embargo, ese núcleo de ocho personas pronto se vería reducido a causa de los fracasos deportivos y tan sólo se mantuvo completo desde diciembre del 2019 al verano del 2021, apenas año y medio en el que el Córdoba CF se quedó, primero, en la quinta posición del Grupo 4 de Segunda B tras la llegada de la pandemia, y cosechó después un rotundo fracaso descendiendo a Segunda RFEF. Miguel Valenzuela dimitió de su cargo ante la «hecatombe» producida en la primera temporada completa en la que Infinity manejó los designios del nuevo Córdoba CF y, poco después, fue Adrián Fernández Romero el que anunció su marcha de la primera línea en la entidad blanquiverde. Era obvio que la «sección sevillana» y deportiva del proyecto de Infinity sufría un duro golpe. De hecho, en aquel verano del 2021 se produjeron diversos movimientos significativos. Ya entonces, Infinity negoció con Luis Yáñez para incorporarlo como nuevo director general. El propio González Calvo negoció también con David Vizcaíno (entonces en el Badajoz) para ficharlo como director deportivo en sustitución de Juanito y hubo un parón de algo más de dos meses en los que no se supo qué iba a ocurrir en el Córdoba CF. González Calvo reconocía en ‘petit comité’ que su propio cargo estaba en el aire, de una manera u otra, y que había que esperar a la decisión de Baréin.

Baréin decidió mantener al extremeño como cabeza visible del proyecto e introdujo una novedad. La persona enviada a Córdoba el año y medio anterior para controlar el aspecto contable, financiero y comercial del Córdoba CF sería relevada por otra, en este caso, por Faisal Bin Jamil, uno de los directivos del fondo de inversión Infinity, para valorar no sólo el aspecto económico del Córdoba CF, sino también el de gestión integral. Bin Jamil, de origen jordano, fue el encargado de negociar la incorporación al Córdoba CF de Antonio Fernández Monterrubio, según desveló el mismo consejero delegado del Córdoba CF, en sala de prensa, y fue también el que aconsejó el relevo en la cúpula cordobesista a los máximos rectores de Infinity.

Después del segundo fracaso en tres proyectos, el sufrido en la campaña que acaba de terminar con el noveno puesto en el Grupo 1 de Primera Federación cuando se disponía del quinto presupuesto de entre los 20 equipos, Infinity se decidió a ejecutar algo sobre lo que ya tuvo dudas en el verano del 2021: la destitución de Javier González Calvo, que veladamente ya anunció que su salida supondría también la de los tres consejeros cordobeses que llegaron de su mano al Córdoba CF, máxime, cuando uno de ellos va a tener responsabilidades políticas durante los próximos cuatro años.

"Un club desordenado"

Jesús Coca, Antonio Palacios y Miguel Gómez plasmaron el sábado, negro sobre blanco, algo que ya se daba por hecho: su salida del Córdoba CF junto a la de Javier González Calvo. Si no había suficientes dudas con el extremeño y la opinión de Infinity sobre los tres últimos años en el Córdoba CF con aquello que dijo de emprender «otra línea de negocio» en la entidad blanquiverde o la justificación del déficit por parte de éste, Monterrubio lanzó un dardo hace pocos días cuando declaró que se había encontrado «un club un poco desordenado» y que en el Córdoba CF «debemos ser mucho más eficientes, rigurosos, exigentes».

Antnonio Fernández Monterrubio, el pasado jueves, en El Arcángel.

Antnonio Fernández Monterrubio, el pasado jueves, en El Arcángel. / MANUEL MURILLO

Así, la foto del nuevo Córdoba CF, en diciembre del 2019 en El Arcángel, ha quedado en apenas tres años y medio obsoleta. De aquellas ocho personas, Javier González Calvo, Adrián Fernández Romero, Jesús Coca, Miguel Gómez, Antonio Palacios, Miguel Valenzuela, Juanito y David Ortega, tan sólo quedan dos, los dos últimos. Curiosamente, los únicos responsables deportivos que quedan del desembarco de Infinity en el Córdoba CF, bajo cuyo mandato el conjunto blanquiverde ha firmado un quinto puesto en Segunda B como mejor puesto y ha sufrido el descenso a la cuarta categoría del fútbol español, algo que sólo ocurrió en una ocasión en la historia blanquiverde, hace 40 años. Además, el noveno puesto en Primera Federación supone el peor resultado deportivo del Córdoba CF en los últimos 30 años, ya que desde la 1992-93 no terminaba en el noveno puesto en el tercer escalón del fútbol nacional.

No deja de ser curiosamente llamativo que sólo dos de los ocho rostros que iniciaron el proyecto de Infinity en el Córdoba CF permanezcan en la nave blanquiverde y que, además, esos dos rostros sean responsables en el apartado deportivo, que ha sido precisamente el que ha cosechado más fracasos en estos tres años. Sin embargo, también ahí Fernández Monterroso dejó miguitas de pan. Cuando se le preguntó al sevillano por el futuro del director deportivo, éste contestó que «tengo que decir que Juanito y Raúl Cámara tienen dos años más de contrato», indicando que el contrato -renovado en octubre pasado- ha tenido gran peso en la continuidad del director deportivo y el secretario técnico. Y, posteriormente, anunció la creación de una comisión deportiva «de la que yo seré el presidente, por supuesto», que será la que determinará los fichajes.

«Mis fuerzas para seguir trabajando aquí son máximas y estoy a disposición de lo que el club pueda decidir si no tuviera la confianza en mí. No habría problema para llegar a un acuerdo con el club porque yo me debo a las personas y Javier González Calvo me ha demostrado su confianza y él sabe que, si la pierde, yo me puedo echar a un lado y mi contrato no va a ser un problema. Siempre que yo tenga esa confianza, trabajaré como el que más», manifestaba Juanito en diversos medios hace apenas mes y medio en referencia a su futuro, puesto en entredicho por la afición del Córdoba cF durante la segunda mitad de la temporada.

Con una clara rebaja de su responsabilidad, consecuencia de una aparente pérdida de confianza por parte de Infinity, Juan Gutiérrez Juanito -junto a David Ortega- es el único representante que se mantiene «con vida» en el Córdoba CF desde el aterrizaje de Infinity en el Córdoba CF, hace tres años y medio, etapa tras la que parece arrancar una nueva era, ahora bajo las órdenes de Antonio Fernández Monterrubio.

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