El entrenador del Córdoba CF, Germán Crespo, sacó conclusiones positivas al término del empate contra la UD Montijo. Sus jugadores, según su punto de vista, fueron «capaces de tener el balón y dominar los tiempos del partido aun sabiendo que era un campo de dimensiones con riesgo de peligro en el juego directo». En esta valoración expuso que a los blanquiverdes les faltó «tener el balón por dentro en los primeros diez o quince minutos de la segunda mitad», algo que se complicó en un «césped artificial sin regar y seco», esgrimió.

Un penalti más que dudoso frente a un rival "muy adaptado" a su campo

El hecho de contar con dos delanteros, Antonio Casas y Willy Ledesma de inicio, provocó que costara más «hacerse con superioridad en el medio del campo». Por ello, uno de los cambios fue el de Miguel de las Cuevas. A los montijanos les metió en el choque «la opción del gol», aunque Crespo puso muchas dudas al penalti señalado. «Javi Flores tiene la cara colorada y él dice que le ha dado ahí», argumentó. Los visitantes, no obstante, fueron «a por el partido» y enumeró varias ocasiones como las de Casas, Luismi Redondo o Adrián Fuentes. «Estoy contento, era un partido muy complicado frente a un rival que está muy bien adaptado a este campo y que con sus armas intentan buscar la victoria y por esto está donde está», comentó.

El plus de motivación que tienen los adversarios cuando se enfrentan al Córdoba CF también se dejó notar en el Emilio Macarro. «Lo dejan todo, luego les cuesta en los encuentros siguientes y casi todos empatan o pierden». Sin embargo, reconoció nuevamente que la plantilla de Juan Marrero estaba «muy adaptada» al terreno de juego y sabían que iban «a sufrir» en cualquier acción parada porque en nada están «dentro del área».

Al ser cuestionado sobre la diferencia entre el césped natural o artificial, Crespo declaró que hay «un mundo» para los jugadores. «Es una adaptación completamente diferente, de tener un césped natural bien cuidado como el que tenemos nosotros a adaptarte a este césped seco, porque no se ha regado, cuesta». El equipo, pese a ello, intentó «controlar al balón, el partido y trianguló por dentro», afirmó.