Diez partidos oficiales y un gol en año y medio. El balance deportivo de Samuel Delgado Serna (Belmonte, 1993) en el Córdoba CF no resulta especialmente llamativo, pero el jugador se ha convertido en un símbolo. La corriente de mensajes en las redes sociales -todos de respaldo incondicional, admiración y respeto- reflejan el grado de comunión que el cordobesismo ha encontrado en la figura de un futbolista que llegó desde el Marbella -antes pasó por Albacete, Alcorcón y Leonesa-, como otros muchos, para contribuir a sacar al club de El Arcángel del lugar en el que había caído. Sin embargo, le tocó meterse en un torbellino brutal: desfile de entrenadores, un descenso y, en lo personal, una rara lesión que le cortó las alas de un modo drástico.  

Ahora, desde un hospital de Barcelona, Samu seguirá desde la distancia el desenlace de un curso que, esta vez sí, parece destinado a encontrar un final feliz. Él no ha saltado ni una vez al césped, pero dejó una última jugada determinante: pactó con el club la desactivación de su ficha federativa para que pudiera ser incluido el serbio Dragisa Gudelj. El curso pasado realizó la misma operación para que la entidad pudiera acometer operaciones en el mercado invernal, aunque en aquella oportunidad los presuntos refuerzos contribuyeron al desastre global. Samu, sin tocar un balón, ya hizo más que algunos de los que aparecieron por el vestuario sin dejar el más mínimo recuerdo.

"Samu, tío, sabes que en el vestuario estamos contigo y te apoyamos". El capitán, Javi Flores, le envió un mensaje en nombre del club a través de sus canales oficlales. A él se adhirieron otros nombres de peso, como Miguel De las Cuevas, el entrenador Germán Crespo y el utillero Pepillo. "Eres duro y fuerte, esperamos verte pronto jugando y que puedas olvidar esta pesadilla", le dice De las Cuevas a Samu Delgado, al que Crespo insta a luchar por la recuperación. "Te mereces como jugador y persona volver lo antes posible", le dice.

Una luz en Barcelona

El extremo, debido a una lesión de gravedad en los isquiotibiales que arrastra desde enero de 2021, se opera en Barcelona tras consensuar la actuación con el jefe de los servicios médicos del Córdoba CF, el doctor Bretones. El club se ha puesto a su disposición para ayudarle con sus medios a su definitiva rehabilitación. Agotará hasta el final sus opciones de regresar a un terreno de juego como futbolista, una posibilidad que durante muchos momentos llegó a disiparse ante la negativa evolución de su dolencia. 

Este verano lo intentó. Salió a El Arcángel para intervenir durante unos minutos en un amistoso ante el Extremadura. Pero no tardó en caer de nuevo en la espiral de visitas permanentes a la enfermería, pruebas y diagnósticos que le lanzaban mensajes desalentadores. Ahora se aferra a la esperanza y coloca el horizonte entre los ocho meses y un año. "Volverás", le dicen al unísono aficionados que hacen suya su pelea. Si una de las características del cordobesista es su resistencia a la desgracia, Samu es sin duda un referente, un héroe y mártir blanquiverde

Samu disputó su último partido oficial con la blanquiverde el 5 de enero del año pasado, una noche de Reyes que supuso la última -y seguramente única- gran alegría del Córdoba CF en el curso 20-21. El conquense actuó durante 71 minutos en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Getafe, un Primera que hincó la rodilla por 1-0 en El Arcángel ante 2.500 espectadores, gracias a un permiso especial en pleno periodo de restricciones de aforo por la pandemia. Había sido titular en la efímera etapa de Juan Sabas -seis partidos- y también contaba para Pablo Alfaro, que en su aterrizaje en Córdoba batía récords y sembraba una ilusión que no tardó en diluirse. Samu se rompió el medio de la mejor racha del club y ya no volvió más. Aquel día marcó Willy Ledesma y Samu salió apoyado en los médicos para ser suplido por Alain Oyarzun. Ahí se inició su calvario.

Aunque en principio se le diagnosticó una elongación, las pruebas médicas posteriores confirmaron que sufría una rotura muscular de cierta gravedad en la inserción del tendón con el músculo de los isquiotibiales. Samu, con el mercado de fichajes abierto, pactó con la dirección deportiva del club la liberación de su ficha. Sus compañeros, en el siguiente compromiso que albergó El Arcángel ante el Recreativo Granada, portaron camisetas agradeciendo el gesto que había tenido. Su rutina se centró a partir de entonces en la recuperación con los médicos y Javier Poveda, logrando abrir una puerta con su participación el 19 de agosto ante el Extremadura. Allí escuchó una ovación de los hinchas. La última desde una grada con el escudo del Córdoba CF.