El Córdoba CF deberá superar el domingo una mezcla que tiene que ver con los filiales y también con los equipos canarios. La maldición de los filiales, que le golpeó con virulencia en la 20-21, se sufrió desde la primera fase de la competición de la pasada temporada y resultó para el Córdoba un suplicio cuando tenía que medir sus fuerzas ante un equipo filial: no ganó ni uno solo de sus seis compromisos ante conjuntos dependientes. Su paupérrima cosecha, tres puntos sobre 18 posibles, le lastró de un modo total y cercenó sus opciones de engancharse al carro de los primeros.

Más allá de otras pifias considerables, la ineficacia ante los filiales condenó al club al fracaso en su tentativa de pelear por volver a Segunda División. El balance final, con seis puntos sobre 24 en disputa ante equipos asimilados dejaba bien a las claras que los filiales se le atragantaron, una vez más, al Córdoba CF. De hecho, la mitad de aquellos seis puntos corresponden a la única victoria que sumó ante un equipo asimilado, el Cádiz B, que además se cruzó en su camino en esta campaña en El Arcángel, volviéndo a imponerse los blanquiverdes por 3-1.

Pero el domingo espera un filial diferente y, además, canario. No deja de ser llamativo que hasta la única derrota la temporada, en Villanueva de la Serena, el único equipo que fue capaz rascar algún punto a este Córdoba fuera el Tamaraceite, en el Juan Guedes, equipo que comparte el farolillo rojo con el Panadería Pulido, próximo visitante en El Arcángel. Las Palmas Atlético es el tercer equipo que más goles encaja en casa en el Grupo 4 de Segunda RFEF. Además, cuando actúa como local sufre, ya que ha repartido resultados en sus seis encuentros, tantas victorias como empates o derrotas: dos. Y otro dato a tener en cuenta. El colegiado del encuentro solo lleva cinco partidos en la categoría y no ha expulsado a ningún jugador aún, mientra que Las Palmas Atlético es el segundo equipo con más expulsados: cinco. Y otro nombre a tener en cuenta: Iñaki Elejalde. El delantero lleva cinco goles y hablan maravillas de él.