No solo la promoción de la participación ciudadana en los comités de ética asistencial, sino también el impulso de la formación biomédica a los sanitarios, la mejora de la información a los usuarios. Son otros de los objetivos de las cien medidas que compone la Estrategia de Bioética de Andalucía 2011-2014. Para Rafael Carretero, autor de este plan estratégico, se trata de un "hito en la presentación de un plan de calidad que pretende caminar hacia la excelencia en la investigación biomédica". El documento recoge todo un amplio marco ético y legal del que parte la aplicación de las medidas. Entre las más destacadas, se encuentra la mejora de la accesibilidad de los pacientes y los profesionales a la voluntad vital anticipada, de modo que se está trabajando en un nuevo decreto que hará que los historiales clínicos incluyan este testamento vital con la obligación de ser consultado por el sanitario. Carretero también destaca la actualización de los formularios de consentimientos informados, esto es, se unificará en todos los centros andaluces el listado de intervenciones que se consideran de riesgo y que necesitan por tanto la firma del paciente, "un aspecto crucial", para el investigador. Por otro lado, se incluye todo un bagaje de iniciativas creadas para ofrecer una cada vez mayor información al ciudadano sobre los derechos, deberes y garantías que tiene como paciente por ejemplo en relación a la ley que regula la dignidad de las personas en el proceso de la muerte. Asimismo, el marco ético apuesta por la información sobre salud sexual y reproductiva, la elaboración de un catálogo de buenas prácticas en bioética para los profesionales, así como seminarios especializados sobre cómo ejercer correctamente la objeción de conciencia. Por último, se contempla el estudio Cómo mueren los andaluces que estará disponible en septiembre y cuyos primeros resultados apuntan que el 60% mueren en los hospitales y que 9 de cada 10 andaluces están de acuerdo en que se administren los calmantes en la etapa final de la vida.