El bloqueo del canal de Suez tras el encallamiento de un buque portacontenedores, situación que se prolonga desde el pasado martes, afecta ya a las empresas de la provincia de Córdoba, en especial a las del sector agroalimentario y a las del cobre, las que acumulan más exportaciones. Según explica el consejero delegado de Aceitunas Torrent, Francisco Torrent Cruz, la situación es «preocupante» y añade que «unos días puedes aguantar», pero el problema se alarga ya demasiado y, de momento, no se sabe cuándo podrá remolcarse el barco encallado, uno de los más grandes del mundo y propiedad de la naviera Evergreen. El también vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) detalla además que ya hay dos grandes navieras que han decidido no aceptar más cargas, MSC y Maersk.

Desde las empresas del cobre en Córdoba explican, por su parte, que de momento ese bloqueo no les afecta, pero entienden que las consecuencias llegarán tarde o temprano. No utilizan el canal de Suez para sus exportaciones, dado que sus principales mercados son África, América y el norte de Europa, pero sí se nutren del mismo para receptar materias primas y el cierre también les supone que no haya contenedores disponibles.

Desde ambos sectores coinciden al señalar que la alternativa para el traslado de la producción pasa ahora por utilizar otras rutas, como la del cabo de Buena Esperanza, que supone rodear el continente africano para poder conectar con Asia. Esto implica que el precio de la operación se encarezca, dado que el recorrido es mucho más largo que el del canal de Suez, que conecta el mar Mediterráneo con el mar Rojo en Egipto, en la península del Sinaí.

Esos efectos que tiene en Córdoba el cierre de esta vía marítima se repiten en toda España, pero en especial se dejan notar en las zonas de influencia del Corredor Mediterráneo, y más aún en puertos como los de Algeciras, Barcelona o Valencia.

Además, la afección global que supone el bloqueo del canal de Suez trae otras consecuencias de las que escapan muy pocas empresas. Una de las principales es el encarecimiento del precio del petróleo. En la actualidad, en torno al 10% del comercio marítimo global pasa a través del canal y el 25% de los contenedores, con la particularidad de que muchas de las embarcaciones que lo atraviesan son buques petroleros, aunque en ocasiones tienen que descargar el crudo y canalizarlo a través de un oleoducto. Por el canal pasa la mayor parte del petróleo que procede del Golfo Pérsico con destino a Europa, así como el crudo de Rusia que se dirige a la India, China u otras países asiáticos. En menor medida, también es una vía de transporte entre la costa este de Estados Unidos y Asia.

En estos momentos, unos 200 barcos esperan la reapertura de esta destacada vía comercial, según ha indicado la naviera Maersk, ya que las autoridades egipcias no han desvelado el número exacto de embarcaciones que se han visto afectadas. Es la compañía Gulf Agency Company (GAC), con sede en Dubái y que opera en el canal, la que está trabajando con barcos remolcadores y maquinaria pesada para mover el buque varado. La infraestructura marítima, con 400 metros de longitud y capacidad de 224.000 toneladas de carga, se quedó atravesada debido a los fuertes vientos en medio de una tormenta de arena que azotó esta semana Egipto y que dificultaba la visibilidad.