Pachanga entre el Córdoba y el filial en El Arcángel y empate a cero. Por más que se quisiera transmitir sensación de "día de partido", no hubo manera. Incluso una pequeña brigada de los Brigadas se acomodaba en la tribuna baja y probó a remedar lo que a buen seguro realizará el domingo ante el Eibar. "Illa, illa, illa, Villa maravilla", llegaron a corear. Mirando después al palco, también "Carlos González, Carlos González", para finalizar con una voz: "Tieso".

El amago de partido ofreció poco, salvo poder ver a los nuevos: Gunino, Obiora... Incluso Dani Pinillos se alineó en ese primer acto con los mayores. Solo al final del encuentro el Córdoba apareció por los dominios de Razak (sobre todo por Juanlu y Mane, que le puso ganas), pero el ghanés se lo tomó en serio.

Los aproximadamente cuatrocientos espectadores que se dieron cita lo dieron por bueno y salieron pitando porque el cielo amenazaba arreón de agua y la tarde-noche pedía brasero y café más que fútbol entre amiguetes.

El entrenador blanquiverde pasó por sala de prensa para valorar las incorporaciones, los últimos resultados y el duelo del próximo domingo, al que volvió a calificar de "final", al igual que en la previa del encuentro de Mendizorroza.

Justo al final, Villa quiso matizar las palabras después del partido en tierras vascas, cuando explicó que este Córdoba sufre con "equipos físicos" como el Alavés. El técnico insistía en que "hasta el otro día hemos tenido dificultades, pero igual esa circunstancia cambia", en algo que parecía más un deseo que un plan para evitarlo en el futuro. El de Alcorcón reconocía que "igual pasa siempre, pero mi intención es que no", ya que "para eso está el vídeo, que se ve dos y tres veces", con el fin de encontrar "soluciones, no culpables". Porque otras cosas son las sensaciones, de las que tanto habla el preparador blanquiverde. Esas fueron diferentes en los últimos duelos, ya que admitió que el suyo debe "transmitir sensaciones de equipo ganador, que quiere y lo debe transmitir en el terreno de juego". No fue en Mendizorroza, ni tampoco en El Arcángel, en el último compromiso hasta hoy, ante el Deportivo de la Coruña. Villa también recordaba que ese día "vino gente a estar con nosotros y a nivel de resultados y de juego fallamos".