Los que seguimos de cerca la muy interesante, por original, obra de Javier Sánchez Menénedez, sabemos que se bifurca entre la creación poética --recuérdese que la tenemos antologada en Faltan palabras en el diccionario -- y la prosa lírico-filosófica, entendida de un modo marcadamente personal; y por ello saludamos con interés cada uno de sus nuevos títulos, entre otras razones porque este es un escritor con auténtico conocimiento del oficio y capaz de entretejer una incesante relación entre asuntos y motivos literarios que para el autor son al fin y a la postre preocupaciones vitales que él gusta de fijar en sus textos a manera de diario. Es de este modo como debe entenderse su proyecto Fábula (del que ya conocemos tres entregas, la última de 2013, Libre de la tormenta ) y otro que muy recientemente ha presentado como El libro de los indolentes , ahora en una primera parte subtitulada El encuentro en Camarinal .

Es en este espacio físico, que el lector identificará con un paisaje concreto de la costa gaditana, donde se muestra a un protagonista, con seguridad el propio autor, que habla de sus aprendizajes y experiencias literarias a partir de los cuales reflexiona para cuestionarse con frecuencia sobre el sentido de la literatura, la lectura y la poesía. Es en este basamento de carácter ensayístico donde se inserta la actuación de unos personajes aparentemente ficticios (sabemos sin embargo que para el autor son completamente reales) que denomina "indolentes", "extraños seres que pasan desapercibidos a los ojos de los humanos. Tan solo los sensibles pueden observarlos". Con ellos como fondo y a menudo como personajes que interactúan con el pensamiento del protagonista, este se va planteando, o más bien replanteando, las preocupaciones literarias que con ciertas variantes o modificaciones están asimismo presentes en Fábula : la lectura, la poesía, los premios literarios, los autores consagrados y los malos poetas...

Los sesenta breves capítulos --aproximadamente de una página-- que integran el libro avanzan con frases cortas, frecuentemente simples, y muchas veces con finalidad definidora: "Poesía siempre es revelación y descubrimiento, nunca debe existir sin principios, la razón de la palabra poética es conocimiento, filosofía". Y es la poesía, la verdadera poesía, la que se pone en relación con otros conceptos que deben ser básicos e ineludibles en la experiencia lírica: la armonía, la humildad y el silencio. Así, el pensamiento del autor, la expresión de su ideario estético-literario, está inserto invariablemente en la argumentación de cada capítulo, y en esta encontramos o reencontramos tópicos de su universo mental: la defensa de ciertos poetas como Claudio Rodríguez, el denuesto del panorama lírico actual (leemos, por ejemplo, ¡Qué incierto porvenir! Desolador presente ), la repetición de un escenario idílico, identificado con Siltolá, que coadyuva a la vivencia literaria y al aprendizaje a través de la lectura, o la corrupción y amañamiento de los premios, a los que se ataca con frases como "Incluso alguno se atrevía a citar a otro poeta que recomendaba su modesta y pésima obra".

El lector no debe tener duda de que en este libro de Sánchez Menéndez --por cierto, de los más vendidos a través de Amazon-- las páginas se retroalimentan ininterrumpidamente y avanzan conjuntándose mediante un tono exhortativo ("Lee los libros clásicos y observa. No te distraigas. El centro indudable solo admite humildad, silencio y soledad") que tiene en el género del ensayo lírico un basamento principal, pues al fin y al cabo lo que se plantea literariamente el autor es explicar, desde unos planteamientos estéticos y literarios personales, en qué consiste el conocimiento, la interpretación y la duda, aunque esta no se reconoce en la certeza de lo que es la poesía: "Una antorcha que siempre arde, el componente encantador de la vida, la intuición sobrecogedora de la razón de la palabra, la verdad. La poesía es la verdad". Y a una y a otra, sin duda alguna, persigue Javier Sánchez Menéndez con denuedo y con reiterada voluntad de palabra en búsqueda de armonía y de autenticidad, porque él nos asegura que "Todo lo que relata el libro de los indolentes es completamente verdadero, no hay nada de ficción".

'El libro de los indolentes. (1.- El encuentro en Caraminal)'. Autor: Javier Sánchez Menéndez. Edita: Imagine Cloud Editions. La Florida, 2013