Aunque no tiene un trabajo remunerado, Pedro acude "muy motivado" de lunes a viernes a Promi para cumplir sus funciones, que van desde "embotellar aceitunas y ajos" que luego se comercializan a "montar carpetas, ordenar y grapar". Sigue a rajatabla las indicaciones del monitor y aspira a ser él quien un día dé instrucciones. "Me gusta mi trabajo y quiero enseñar a otros cómo se hace".