La Agencia Andaluza del Agua (AAA) ha querido lanzar este viernes un mensaje claro, para "tranquilidad" de los ciudadanos, sobre cómo se gestionan los embalses en la provincia cordobesa, subrayando que, no sólo no han provocado las inundaciones de los últimos días, sino que han minimizado sus negativos efectos.

En este sentido, el gerente de la AAA, Rafael Álvarez, el delegado de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba, Luis Rey, y el ingeniero de la AAA Joaquín del Campo, han explicado en rueda de prensa que en los pantanos de la provincia cordobesa entraron con las lluvias de los últimos días 574 hectómetros cúbicos, pero sólo desembalsaron 194 hectómetros, es decir, "un tercio de lo que entró", evitando que la mayor parte de las precipitaciones engrosara más todavía los cauces fluviales y agravara, aún más, las inundaciones.

En consecuencia y según ha destacado Rey, "las crecidas de los ríos no tienen ninguna correlación con los desembalses", puesto que las inundaciones han sido fruto de unas "precipitaciones espectaculares" que, a través de "escorrentías y arroyos no regulados", incrementaron el caudal del Guadalquivir, del Genil y de otros ríos, anegando cultivos y urbanizaciones que, en el caso de Córdoba capital y en el entorno del Aeropuerto, "están en zona inundable".

Por su parte, el gerente de la AAA, Rafael Álvarez, ha abundado en el argumento de que "los embalses de la provincia ejercen una labor de protección del Guadalquivir y de protección de poblaciones", habiéndose demostrado así con las precipitaciones habidas del 3 al 9 del presente mes de diciembre, pues varios pantanos, entre ellos el de Iznájar, el mayor de Andalucía, retuvo todas las nuevas aportaciones de agua "y no ha desembalsado nada" durante las lluvias, lo mismo que el pantano de La Breña, "que ha sujetado la avenida", ya que "no ha soltado ni una gota del Guadiato al Guadalquivir".

En otros pantanos, los desembalses durante los días de lluvia han sido mínimos, para evitar que superasen el nivel de resguardo de seguridad que tiene fijado cada uno, aguantando la máxima cantidad de agua posible, para así "laminar las avenidas" de agua, según ha asegurado el ingeniero de la AAA Joaquín del Campo, quien ha indicado que las avenidas e inundaciones han sido provocadas "por los arroyos no regulados", en conjunción con las lluvias que, de forma localizada y en sólo unos días, han descargado la mitad del agua de un año hidrológico normal.

A pesar de ello, Del Campo ha afirmado que "la avenida (de agua) técnicamente ha estado muy bien regulada", lo cual ha sido ratificado por el delegado de Medio Ambiente de la Junta en Córdoba, Luis Rey, quien ha señalado que "la Junta garantiza la gestión óptima de los embalses, pero no puede garantizar que no llueva".