"Nadie está libre de verse afectado por una enfermedad mental". Lo recordaba la expresidenta de Asaenec, que reclamaba a la sociedad un esfuerzo por romper estigmas. Aún recuerdo el rechazo de los vecinos de un barrio de Córdoba, que llegaron a manifestarse contra la instalación de una casa hogar para estos enfermos. Años después, el tiempo ha demostrado que el temor era injustificado y que nacía del desconocimiento. El mismo que está detrás de cada gesto de intolerancia.