Malia Obama, la primogénita del presidente de EEUU, acaba de conocer de primera mano la noche barcelonesa y los rincones más turísticos de la capital catalana. Tal como hizo el mandatario de EEUU en 1988, Malia ha pasado unos días en la ciudad, junto a tres amigas, con las que se ha alojado en un hotel del centro, ha hecho turismo y compras y ha salido a cenar en conocidos restaurantes de tapas del Ensanche.

Malia Obama llegó a Barcelona el pasado viernes y se marchó el martes. Pero tuvo tiempo de recorrer el centro y de palpar el ambiente de la ciudad en verano. Vio la Sagrada Familia y conoció el Puerto Olímpico.

La oficina consular de EEUU en Barcelona informó de que se trata de un viaje privado. Según pudo saber este diario, a Malia se la vio con su séquito de cuatro guardaespaldas en la Cerveseria Catalana, un local famoso entre los turistas por su variedad de tapas. El sábado intentó cenar en La Sopa Boba, del chef Fernando Limón, pero al no tener reserva, tan solo degustó las bravas en la barra.

Otra de las paradas gastronómicas de la hija de Obama y sus amigas durante su estancia en Barcelona fue en el restaurante Tenorio, donde pagaron a escote. En este conocido local del paseo de Gracia, Malia y sus acompañantes degustaron pan con tomate, jamón ibérico, ensalada de espinacas, huevos revueltos con jamón, una tapa de ostras, carpaccio de salmón, una parrillada de verduras, macarrones gratinados, muslitos de pollo y butifarra a la brasa. La comida la acompañaron con dos botellas de vino. Para la joven, que el 4 de julio cumplió 18 años, ha sido su tercer viaje a España. El pasado junio ya estuvo en Madrid con su hermana, Sasha, y su abuela materna, Marian Robinson, acompañando a su madre. H