El truco de usar aceite para bebés para limpiar el horno que cada vez siguen más personas en España

Este es el sorprendente método que ya da resultado a muchas personas

Aceite para bebés en el horno el truco de moda que ya sigue media España

Aceite para bebés en el horno el truco de moda que ya sigue media España

En más ocasiones de las que nos atrevemos a reconocer, los trucos más extravagante son los más efectivos. En particular, la cocina es uno de esos espacios que más puede beneficiarse de métodos poco ortodoxos que facilitan (y abaratan) la limpieza de algunas de las superficies más difíciles de mantener.

No hace falta apelar a la necesidad más que demostrada de mantener una limpieza frencuente sobre las superficies que no están a la vista.

El horno o el interior el frigorífico, por ejemplo, son claros ejemplos de esta importancia de mantener un hogar funcional e higiénico más allá de lo que queda a primera vista. Estos espacios, que no suelen entrar en el circuito de la rutina diaria o semanal de limpieza, son propensos a acumular grasa, residuos de alimentos y suciedad que puede afectar al funcionamiento de electrodomésticos o a la higiene ambiental y general de la cocina.

Mantener el horno limpi no solo asegura que los alimentos se vayan a cocinar de forma adecuada y uniforme: también evita la proliferación de bacterias y malos olores.

Lo cierto es que, ante esto, lo habitual y recomendable es acudir a uno de los muchos productos comerciales que sirven para limpiar el horno. Pero muchas personas buscan alternativas más ecológicas o menos costosas: es en este segmento donde entra el último grito en trucos de limipeza para acondicionar el horno: el aceite de bebé.

El truco para limpiar el horno con aceite de bebé

Para limpiar el horno con aceite de bebé lo primero que debemos hacer es desconectarlo: asegurarnos de que está apagado y completamente frío antes de empezar la limpieza.

Después tendremos que retirar los residuos grandes con un año húmedo, así como cualquier resto de comida o de grasa visible.

Una vez hecho esto, nos valdremos de un paño de microfibra seco e impregnado en aceite de bebé para frotar suavemente las superficies del interior del horno, concentrándonos en las zonas donde se acumula mayor grasa y residuos.

En el caso de las manchas que sean particularmente difíciles de remover, hay que dejar que el aceite actúe durante unos minutos antes de volver a frotarlo.

Por último, utilizamos otro paño limpio y seco para ayudarnos a remover el exceso de aceite, asegurándonos de que no queden residuos grasos que después se puedan 'colar' en el sabor de los alimentos.

Una vez finalizado, es recomendable dejar la puerta del horno abierta durante un rato para que se ventile y desaparezca cualquier olor residual.