Tres enfermedades que se combaten tomando el sol

Tomar el sol tiene muchos beneficios, pero en concreto ayuda a combatir estas enfermedades

Tres enfermedades que se combaten tomando el sol

Tres enfermedades que se combaten tomando el sol

Tomar el sol es un acto que tenemos asociado con el verano: la playa, la piscina y el bronceado. Pero la exposició a los rayos solares va mucho más allá: para empezar, la exposición a los rayos UV estimula la producción de vitamina D.

Este nutriente es fundamental para la absorción del calcio en el intestino, así como para la similación del fósforo o para evitar que no este no se pierda en el riñón. Frente a otras vitaminas que necesitan acompañarse por alimentos, en el caso de la vitamina D nuestro propio cuerpo es capaz de fabricarla a partir del 7-dehidrocolesterol que podemos obtener gracias a la radiación UV del sol.

Así, el sol no es solo una fuente de calor y luz, sino también un poderoso aliado para nuestra salud y bienestar. Con la exposición adecuada y el cuidado adecuado, podemos aprovechar al máximo sus beneficios, protegiéndonos contra enfermedades y mejorando nuestra calidad de vida.

Tomar el sol, siempre que se haga con la debida precaución, tiene múltiples beneficios para la salud pero, en concreto, puede ser un complemento interesante para luchar contra ciertas enfermedades como la osteoporosis, la psoriasis o la esclerosis múltiple siempre que un médico apruebe este tratamiento.

Osteoporosis

Esta enfermedad, caracterizada por la pérdida de masa ósea y la fragilidad de los huesos, afecta especialmente a mujeres posmenopáusicas y a personas mayores. Sin embargo, el sol puede ser un aliado en la lucha contra la osteoporosis. ¿Cómo? A través de la síntesis de vitamina D en la piel. La vitamina D es esencial para la absorción de calcio y fósforo, minerales clave para la salud ósea. La exposición moderada al sol puede ayudar a fortalecer los huesos, reduciendo así el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.

Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas rojas y escamosas. Aunque no tiene cura, el sol puede proporcionar alivio a quienes la padecen. La radiación ultravioleta presente en la luz solar puede ayudar a reducir la inflamación y la descamación de la piel, mejorando así los síntomas de la psoriasis. Además, se ha demostrado que la exposición controlada al sol puede prolongar los períodos de remisión de la enfermedad, brindando un respiro a quienes la sufren.

Esclerosis Múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central. Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, se ha observado una relación entre la incidencia de EM y la exposición al sol. Los estudios han demostrado que la exposición solar en la infancia puede reducir el riesgo de desarrollar EM en el futuro. Se cree que esto se debe a los efectos protectores de la vitamina D, que se sintetiza en la piel bajo la influencia de la luz solar. Por lo tanto, tomar el sol de manera responsable durante la infancia puede ayudar a prevenir esta enfermedad debilitante en la edad adulta.

Otros beneficios del sol

Además de combatir la osteoporosis, la psoriasis y la esclerosis múltiple, la exposición controlada al sol ofrece una variedad de beneficios para la salud. Desde fortalecer el sistema inmunológico hasta mejorar la calidad del sueño, el sol puede tener un impacto positivo en nuestra vida diaria.

Fortalecimiento de huesos y dientes

La vitamina D, sintetizada en la piel bajo la influencia del sol, es crucial para la salud ósea y dental.

Mejora del estado de ánimo

La exposición solar puede aumentar la producción de serotonina, una hormona asociada con el bienestar emocional.

Equilibrio del colesterol y la presión arterial

La luz solar puede ayudar a metabolizar el colesterol y regular la presión arterial, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Estimulación del sistema inmunológico

La radiación solar puede aumentar el número de glóbulos blancos, fortaleciendo así nuestras defensas contra infecciones y enfermedades.

Mejora de la calidad del sueño

La exposición solar puede regular los ciclos de sueño al influir en los niveles de melatonina, lo que puede resultar en un sueño más reparador.