El rejoneador Diego Ventura salió el pasado domingo a hombros, por décima vez en su trayectoria porfesional en el mundo del rejoneo, la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla después de que se le concedieran, sin los suficientes méritos, las tres orejas que se necesitan para salir por el umbral del triunfo del coso sevillano.

El rejoneador hispano-luso buscó el espectáculo más de cara a la galería que atendiendo a las exigencias de la lidia y de la pureza del rejoneo, que es lo que pedía la clase y el galope de los excelentes toros de Fermín Bohórquez que salieron al ruedo.

La oreja que le cortó al reservón segundo la ganó básien el tramo final de una faena tensa y con desajustes, mientras que el quinto, al que cortó dos orejas, le pidió un temple que casi nunca le aplicó con varios de los nuevos potros de su cuadra.