Festejos

Una entretenida miurada para despedir la Feria de Abril en Sevilla

Esaú Fernández cortó la única oreja, El Fandi estuvo a punto de llevarse otro trofeo y Manuel Escribano firmó la faena de mayor enjundia

El camero Esaú Fernández cortó la única oreja en la corrida de despedida de la feria de Abril de Sevilla, este domingo, en La Maestranza.

El camero Esaú Fernández cortó la única oreja en la corrida de despedida de la feria de Abril de Sevilla, este domingo, en La Maestranza. / Julio Muñoz / Efe

Álvaro Rodríguez del Moral (Efe)

Feria de Sevilla

Ganado: seis toros de Miura, bien presentados y de juego desigual. El más potable, por su recorrido más franco, fue el segundo. Sirvió, pese a sus dificultades, el tercero. Tuvo guasa el cuarto. Primero, quinto y sexto fueron mucho más deslucidos.

David Fandila 'El Fandi': media tendida y descabello (ovación) y estocada (vuelta tras petición).

Manuel Escribano: media trasera y descabello (ovación tras aviso) y media tendida (ovación).

Esaú Fernández: estocada (oreja) y media estocada (silencio).

Plaza: La Maestranza de Sevilla. Lleno aparente en los tendidos. Destacaron los picadores José Manuel González, Juan Francisco Peña, Juan Peña y El Pelao.

La entrega indeclinable de la terna ha propiciado un interesante espectáculo en la miurada de clausura con la que Esaú Fernández cortó la única oreja. El Fandi, muy metido en la tarde, estuvo a punto de llevarse otro trofeo del cuarto aunque la faena de mayor enjundia la firmó Manuel Escribano que volvía al coso del Baratillo después de su épica actuación ante la corrida de Victorino Martín.

Escribano, que decidió torear en Sevilla en contra del consejo de los propios médicos, iba a ser recibido con una sonora ovación después de romperse el paseíllo. Las intensas sesiones de fisioterapia habían posibilitado que volviera a enfundarse el traje de torear a pesar de arrastrar, entre otras lesiones, la dolorosa fractura de una costilla.

Y fue Manuel Escribano, precisamente, el que cuajaría la faena de mayor calado y contenido artístico del entretenido festejo ante el serio e imponente castaño que hizo segundo. Fiel a su estilo, cruzó el ruedo para recibirlo a portagayola aunque tuvo que aguantar el escalofriante parón del animal, del que saldría desarmado.

Manuel Escribano este domingo, en la corrida que dio fin a la feria de Abril de Sevilla.

Manuel Escribano este domingo, en la corrida que dio fin a la feria de Abril de Sevilla. / Julio Muñoz / Efe

Repuesto, lo lancearía con verónicas mirando al tendido. El toro fue picado con autoridad por Juan Francisco Peña y banderilleado por el matador, compartiendo los palos –como toda la tarde- con su compañero Fandi brillando especialmente en el par de la Calafia. La faena comenzó con un péndulo pero se centró en el toreo fundamental, bien dosificado, con los muletazos dictados de uno en uno aprovechando el recorrido del toro.

Escribano brilló a un altísimo nivel con ese animal al que toreó con buen gusto, templanza y dominio de los tiempos pero la espada no iba a estar a la misma altura. El matador de Gerena volvería a recibir al quinto a portagayola siendo perseguido hasta el burladero. Luego levantaría un auténtico clamor en banderillas, citando en el estribo y clavando por dentro. La embestida desentendida del animal iba a impedir cualquier lucimiento en la muleta.

Inteligente labor de Esaú Fernández

Pero hay que subrayar que Esaú Fernández iba a cortar el único trofeo de la tarde gracias a la inteligente y bien vendida faena que instrumentó al tercero de la tarde, un astado que, aunque humillaba, tomaba la muleta probando y enterándose. El diestro camero acabó encontrándole la vueltas para darle fiesta por ambos pitones hasta que el toro dijo basta. El sexto, recibido a portagayola y brindado a sus compañeros de terna no le iba a dar la más mínima opción.

El Fandi roza la oreja

Y otra oreja estuvo a punto de cortar David Fandila 'El Fandi' que ya había estado anunciado en esta misma corrida el pasado año pero no pudo torearla por una lesión lumbar. El matador granadino afrontó el reto absolutamente responsabilizado y encontró toro en todos los tercios. Con el deslucido primero, saludado también a portagayola, no halló demasiados mimbres para el lucimiento.

David Fandila 'El Fandi' ante uno de sus dos toros este domingo, en La Maestranza de Sevilla.

David Fandila 'El Fandi' ante uno de sus dos toros este domingo, en La Maestranza de Sevilla. / Julio Muñoz / Efe

Pero El Fandi se iba a quedar muy cerca de puntuar con el cuarto. Aunque se había puesto de rodillas delante de los chiqueros tuvo que levantarse ante el escalofriante parón del animal. El segundo tercio, compartido con Escribano, se resolvió de forma brillante. Fue una faena animosa, sobre los pies, entendiendo perfectamente las teclas de una embestida genuinamente miureña. El granadino, ésa es la verdad, superó el reto con nota.