La tarde estrella de la Feria fue como la gaseosa. Se fue diluyendo después del paseíllo hasta quedar en casi nada, si tenemos en cuenta la expectación que había levantado entre la afición, 9.213 espectadores de pago según informó puntualmente la empresa, a los que hay que sumar el repleto Tendido 2, donde se ubica la propiedad.

Precisamente en el 2 se produjo una de las anécdotas de la tarde, protagonizada por doña Cayetana de Alba, que ni corta ni perezosa se levantó cuando José Luis Moreno brindaba la muerte de su primer toro a Araceli Blanco, señora del ganadero Augusto Centeno, que casualmente se encontraba situada justo detrás de la Duquesa de Alba, que pensaría que el rubio torero de Dos Torres se estaba dirigiendo a ella. Su gozo en un pozo.

Y junto a la noble más famosa del papel colorín , los tendidos de Los Califas acogieron a un buen número de aficionados procedentes de Sevilla y Málaga, así como a una nutrida representación del Club Cocherito de Bilbao, correctamente uniformados con los colores del club de su cuidad, que varias horas después disputaba la final de la Copa del Rey. También se dejaron ver por Los Califas el presidente del Córdoba C. F., Carlos González; el presidente de BBK Cajasur, José Carlos Pla Royo; el guitarrista Vicente Amigo; el vicepresidente 1º de la Diputación, Salvador Fuentes, y el ganadero Santiago Muñoz, entre otros rostros conocidos, mientras que en un repleto callejón presenció el festejo el matador de toros Rafael Jiménez González Chiquilín , que dos días antes de cumplir el vigésimo aniversario de su alternativa vivió una tarde muy especial, ya que cedió a José Luis Moreno el capote de paseo con el que el 27 de mayo de 1992 realizó el paseíllo, gesto que Moreno agradeció a Chiquilín brindándole la muerte del cuarto de la tarde.

Tarde de aniversarios la de ayer, ya que junto al de Chiquilín, en el palco también estaban de celebración, ya que Manuel Rodríguez Moyano, presidente del festejo, y Vicente Pomares, asesor veterinario, conmemoran este año sus 25 temporadas como integrantes del equipo presidencial de Los Califas. ¡Ahí es nada!

Y para redondear el efecto gaseosa, la tarde comenzaba con la entrega del primer trofeo Coso de los Califas al matador de toros José María Manzanares, como triunfador de la temporada 2011 en las plazas españolas de primera categoría, galardón que le fue entregado por José María Montilla, que también se encuentra de celebraciones, en este caso del 50 aniversario de su alternativa.

Con el gas prácticamente consumido desde el inicio, el festejo estrella del abono cordobés se fue apagando poco a poco, pese a los chispazos de Morante y ese runrún tan característico cuando se presiente algo grande, que luego no llegó, ni de su mano ni de la de Manzanares.