Ganado: novillos de Herederos de Manuel Santos Alcalde, bien presentados y de buen juego salvo el primero.

Miguel Calpe: estocada desprendida (silencio tras un aviso); y golletazo que asoma y estocada (silencio tras un aviso).

Vicente Prades: estocada desprendida y tendida (una oreja); y estocada (aviso y gran ovación tras petición de oreja).

Rubén García: pinchazo, metisaca, pinchazo y estocada (silencio tras un aviso); y estocada (vuelta al ruedo tras petición).

Plaza: Valencia. Un cuarto de entrada.

Pasó el serial de corridas, incluida la de rejones, de forma que quedó poco ambiente para las dos novilladas programadas antes del día del patrón San Jaime, que está previsto de nuevo corrida, aunque de locales y modestos. Escaso público en el tendido. Pero interesante novillada en lo que a ganado se refiere.

Novillos a modo de presencia y juego, claros para un triunfo que solo aprovechó Vicente Prades. Novillero relativamente nuevo, aunque debutó con caballos hace ya más de tres años, sin embargo se le ha visto poco en plazas de responsabilidad. En el inicio de este año en Castellón tuvo su bautismo de sangre, con una cornada de importancia, que, sin embargo, no parece que haya hecho mella en él. Muy dispuesto y suficiente, el temple parece una constante en su forma de torear.

A su primero enjaretó estimables lances a la verónica y muletazos con muy buen gusto. La verdad es que el novillo fue muy bueno, pero es ahí donde se pueden calibrar también las posibilidades de los novilleros. Cortó una oreja que le debe servir para acometer empresas mayores.

No abrió la puerta grande porque el presidente le denegó otro trofeo pedido mayoritariamente. Faena en este bonita, aunque quizás exprimió al novillo demasiado.

Miguel Calpe tuvo un primer astado que se fue quedando cada vez más corto, y al que toreó fundamentalmente por el lado derecho, pero sin acoplarse del todo. El cuarto tuvo más motor y humilló mucho. No se le vio cómodo a Calpe en un trasteo desigual, en el que, no obstante, instrumentó una tanda por la derecha de cierta importancia y, más adelante, otra al natural en la que denotó que, cuando menos, tiene buen concepto.

Rubén García debutaba con picadores. El muchacho tiene ganas, pero está muy verde. Estuvo más centrado en el sexto, incluso con algunos destellos.