El estudio científico ha analizado también algunos genes con fenotipos conocidos y han surgido curiosidades como que los cazadores-recolectores tenían probablemente ojos azules y piel más oscura, mientras que los primeros agricultores eran de piel más clara y ojos marrones.

Ambos linajes muestran un alto número de copias de genes que codifican la amilasa en sus genomas, lo que apoya la idea de que ya se habían adaptado a una dieta rica en almidón. Sin embargo, no se habían adaptado aún a digerir el azúcar de la leche en edad adulta. Eran intolerantes.